NG200701015
EL DOGMA DEL PECADO ORIGINAL Y EL ATEÍSMO MODERNO 389 s e l a e - a e - e l - - a - , a s e - - - a r a e a ” u a 3) El humanismo (ateísmo) moral : rechaza la idea de Dios por considerarla innecesaria, perjudicial para que el hombre logre su plena libertad y adultez ética: para el progreso de la Moral 19 . Estas tres formas de ateísmo están interiormente entreveradas cada una con las otras para formar la imagen global del ateísmo occi- dental. Las tres han surgido al choque –más o menos directo y fron- tal– con el dogma del PO, omnipresente en todos los siglos y niveles de la cultura religiosa y civil de Occidente. Desde mediados del siglo XIX la teología católica luchó con tenacidad contra el evolucionismo antropológico , propuesto por la Ciencia. El motivo primordial, sistemático de esta oposición era la creencia de que este evolucionismo suponía un peligro grave para el dogma del PO 20 . Durante todo ese mismo siglo, los pensadores y apologistas católicos se opusieron a las ideas de la Ilustración-Revolución. Pen- saban y, no sin razón, que llevaban inevitablemente al ateismo. El insigne pensador cristiano J. Donoso Cortés creyó encontrar, en la negación del dogma del PO, el error madre de todos estos errores. Y, a la inversa, en la defensa del dogma del PO la base doctrinal para refutar todos esos errores modernos 21 . Es fácil comprender que, para la consideración del teólogo, el tipo de ateísmo que más directamente interesa es el “humanismo /ateísmo moral”. En todo caso, éste es el ateísmo que nos va a ocu- par en forma preferencial. 19 J. LACROIX, Le sens de l’athèisme moderne (Tournai 1959) 6-65. 20 Hemos estudiado este tema en varias ocasiones: A. de VILLALMONTE, “Visión evolutiva del mundo y pecado original”, en Estudios Franciscanos , 78 (1977) 329-369. ID., El pecado original. Veinticinco años... 35-52. 53-74. 157-180. 21 DONOSO CORTÉS veía una ilación clara e irrompible entre Ilustración- Revolución- liberalismos -socialismo- ateísmo-barbarie. Todo ello encarnado en la figura del radical y combativo ateo Proudhon. Pues bien, la madre fecunda de todos estos errores la encontraba él en la negación del PO. Mediante la cual creían sus negadores que reivindicaban para el hombre la originaria inocencia, ‘su santa e inmaculada concepción’, dice Donoso con ironía: Carta al cardenal Fornari , en Obras Completas (Madrid 1956) II, 613-630 . Correspondencia con el conde de Mon- talembert , II, o.c. , 207-208.
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