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386 ALEJANDRO VILLALMONTE El concepto cristiano de Dios también era oscurecido a la som- bra del dogma del PO. Se reconoce comúnmente que el problema del mal –en sus diversas formulaciones– es la roca de todos los ateísmos que en el mundo han sido. En forma destacada del ateísmo moderno que se inicia en la Ilustración y se incrementa hasta nues- tros días. Desde tiempos de Agustín, la teoría del PO ha pretendido ser una respuesta al problema del mal, de ‘tanta miseria’ como aqueja a los humanos. Sin embargo, a estos defensores del dogma del PO se les puede decir que han emprendido en camino de “la imposible teodicea” 15 . Fracasaron en su intento de ‘defender a Dios” (teodicea). Porque se olvidaron del todo de la “antropodicea”: defensa de la dignidad del hombre, imagen de Dios. Los hombres de la Ilustración y posteriores rechazaron con tenacidad la idea de un Dios que, por una sola falta de un lejano, nebuloso hombre rudimentario, castigaba a toda la raza humana con terribles castigos como predicaban los cristianos, y hasta el final de la historia. Y que abría el paso hacia los castigos eternos. Un hombre ‘honrado’, justo, un “honnête homme” nunca impondría a un pobre ser humano tan descomunales castigos. Como menciona Cassirer, podemos tomar a Voltaire como sím- bolo de los “ilustrados’ y su oposición al dogma del PO. Voltaire tiene a la vista el pesimismo antropológico del insigne Pascal. Habla de él como de “este sublime misántropo”, que piensa que todos los seres humanos están abatidos por los sufrimientos humanos que a él le aquejan y por los mismos motivos, como castigo de Dios por el PO. Leyendo los ‘ Pensamientos ’ Pascal, se ve claro que el punto de partida de estos sus ‘pensamientos y sentimientos’ sobre el misterio del hombre, se pone en el misterio del PO 16 . El estado de ‘miseria’ 15 J.A. ESTRADA, La imposible teodicea. La crisis de la fe en Dios (Madrid 1997). El aporte que la teología del PO ofrece para la solución del problema mal pone las cosas peor, 137-182. Tal teología tiene residuos demasiado visibles de maniqueísmo y de los mitos platónicos sobre la caída de las almas. Puede verse A. de VILLALMONTE, “El problema del mal y el pecado original en san Agustín”, en Naturaleza y Gracia 38 (1991) 235-263; ID. El mito la filosofía, cita en nota 6. ID. “ Miseria” humana y PO , cita en nota 10. 16 “Cosa asombrosa, sin embargo, que el misterio más alejado de nuestro conocimiento, que es el de la trasmisión del pecado, sea una cosa sin la cual no podemos tener ningún conocimiento de nosotros mismos.... Nada hay que más choque a nuestra razón que decir que el pecado del primer hombre haya hecho culpables a aquellos que, por hallarse tan alejados de esta fuente, parecen incapaces ( y f l a e r “ l l g “ g d t i P “ g t l p

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