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EL DOGMA DEL PECADO ORIGINAL Y EL ATEÍSMO MODERNO “El dogma del pecado original es, sin duda, la doctrina cristiana que más escandaliza al hombre contemporáneo” (A. Vergote). “El ateísmo es una reivindicación de inocencia. El ateísmo es una protesta contra lo que se llama el mito del pecado original” (J. Lacroix). El tema del ateísmo es uno de los grandes temas de nuestro tiempo: para la teología, la filosofía, la historia de las religiones, para la cultura occidental contemporánea, en sus diversas vertientes. Podemos tomar como referencia y punto de partida los textos que el Vaticano II dedica al tema 1 . En estos textos se habla de los motivos reales, objetivos que los creyentes pudieron dar y dieron para que surgiese vigoroso, agresivo y generalizado, el ateísmo que padece- mos. Con laudable sinceridad se reconoce que, tanto por su compor- tamiento práctico como desde el plano doctrinal, los creyentes no acertaron a proponer adecuadamente el Mensaje evangélico ante sus contemporáneos. Y, como el Mensaje cristiano gira en torno a estos dos ejes, ‘Dios’ y ‘hombre’, podemos preguntarnos qué aspectos del misterio de Dios y del misterio del hombre resultaron más oscureci- dos y, en ese sentido, provocaron el rechazo por parte de los oyentes de la Palabra en la época en la que comenzó a surgir y configurarse el ateísmo que ahora tenemos delante. No será necesario insistir en que, según todos los estudiosos del tema, las causas del ateísmo son múltiples y surgidas desde diversos ángulos de actuación. Nosotros, para este estudio, hemos seleccio- nado un motivo que nos parece de importancia primera, pero poco 1 Constitución “Gaudium et Spes”: “ el ateísmo es uno de los fenómenos más graves de nuestro tiempo ”, n. 19-21. Desde entonces, el fenómeno no ha dejado de crecer en amplitud e intensidad de recursos agresivos.

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