NG200701014

EL HOMBRE, SER ABIERTO AL OTRO Y RELIGADO A DIOS… 361 e y ; a e - e a - l a - l’ l a - s - , a s - - e r a l otro sea tratado como obstáculo, 2) o bien como instrumento, 3) o bien como nadie 15 . El otro puede ser para mi un él , pero en realidad es una persona, un tú . Al ver la alegría o el dolor de mi amigo me uno a él ejecutando en mí los mismos actos que él está viviendo. Es decir, procuro que los actos que hasta ahora han sido “suyos” sean también “míos”, no para desposeerlo a él sino para que sean “nuestros”. Esto lo consigo coejecutando, cooperando con él en la efección de su alegría o de su tristeza. A esto debe tender toda relación interpersonal. Así, el dolor del otro “ sólo comenzará a ser de veras ‘mío’ si yo lo acepto en mi existencia, si de algún modo lo incorporo positivamente a la trama de mis proyectos más propios y, en definitiva, a mi vocación ” 16 . Esta apropiación profunda constituye el momento coejecutivo de mi rela- ción personal. La amistad no incluye identificación, pero sí igualdad; la supone y la da. Aristóteles indica la amistad como necesitada de la igualdad ética, ontológica, psicológica y social; cuando entre dos personas haya diferencia de superioridad será necesaria una relación de pro- porcionalidad. Pero la amistad otorga también una igualdad exis- tencial. “En el momento en que una mirada de mutua comprensión surge entre dos personas, esas dos personas, esas dos personas son iguales entre si, aunque una se llame Napoleón y la otra Juan Nadie: cada una de ellas es para la otra un ‘tú’, y nada más que un ‘tú’” 17 . Laín Entralgo, aunque resume las exposiciones de Aristóteles y Santo Tomás, coloca su análisis en la línea del pensamiento actual. A la pregunta ¿qué estoy siendo yo en el acto de ser amigo? da la siguiente respuesta: “ Yo soy entonces una persona cuya propiedad – la realidad de ser yo mismo porque soy “mío” – se está operativamente constituyendo mediante un acto libre cuyo fin es el bien actuar o futuro del amigo. Mi ser propio consiste en el coejecutar como ‘mío’ un acto que para mi amigo es real y virtualmente bueno ” 18 . En la amistad, la consciente posesión de mi ser, auténticamente dirigido a mi “hacia final”, está totalmente y desinteresadamente entregado a la 15 Cf. Ib ., 204ss. 16 Ib ., 319. 17 Ib ., 326. 18 Ib ., 244.

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