NG200701012
¿TEOLOGÍA NATURAL HOY? 337 l : l - r - l s e e a é a - - . s - s a - s e s Estas cuestiones, relacionadas con la teología natural, han sido objeto de reflexiones y discusiones en el ulterior desarrollo de la teología tanto católica como protestante. En el siglo XX hubo en la teología católica una importante discusión. El autor principal de la controversia fue H. De Lubac, con la publicación de su libro Surnaturel, en 1946. Pero en ella tomaron parte el magisterio, con la encíclica Humani generis (1950), y otros teólogos: Malevez, Von Balthasar, Alfaro, Rahner. Estas discusiones pusieron de relieve que el hombre en estado de naturaleza pura ( natura pura ) no ha exis- tido de hecho, sino que el hombre que realmente ha existido ha sido el hombre elevado al orden sobrenatural. Y esto es gracia, don gratuito de Dios, que ha creado al hombre para este fin 41 . Hubo otros teólogos en el ámbito alemán, que se ocuparon no sólo de la relación entre el orden natural y el sobrenatural, sino de la problemática global indicada antes: Doble concepto de revelación y carácter histórico de la misma, posibilidad de ser recibida por el hombre, posibilidad de una teología natural y hecho universal de las religiones. Entre estos teólogos habría que destacar, en campo católico, a Romano Guardini, Gottlieb Söhngen, Karl Rahner Eugen Biser, Joseph Ratzinger, etc. Y en campo protestante, además de Emil Brunner, ya mencionado, Paul Althaus, Paul Tillich, Eberhard Jüngel, Wolfahrt Pannenberg, etc. Cualquiera de ellos merecería una amplia exposición de su pensamiento, que no podemos hacer aquí 42 . En general, todos ellos aceptan ideas fundamentales del Vaticano I, por una parte, y de Karl Barth, por otra. Pero también superan ambos puntos de vista y los completan con aportaciones personales. Un concepto fundamental en el que insisten todos es el de reve- lación, llegando a un concepto nuevo de la misma. La revelación no es un sistema de verdades, sino autorrevelación y autocomunicación de Dios en los hechos históricos para salvar al hombre. Esta comunica- ción es encuentro personal con el hombre completo. Y la aceptación por el hombre es fe, entrega y obediencia. La revelación como comu- nicación de Dios tiende hacia Cristo, en quien el Logos, ya presente en la creación, se hace hombre y se hace historia. La revelación es, pues, 41 Cf. J.A. DE LA PIENDA, El sobrenatural de los cristianos (Salamanca 1985). 42 Para una buena síntesis sobre estos autores, cf. G. KRAUS, Gottes Erkennt- nis ohne Offenbarung und Glaube? El autor presenta además una amplia bibliografía.
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