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LA RACIONALIDAD MODERNA EN EL PROCESO DE OSCURECIMIENTO… 283 - á e a s e l r e a - r - . e s a - e d r o i- l e . r- n sostenido sobre tales cuestiones hasta el presente, tienen como fondo esas declaraciones weberianas. Cualquiera sea el interés por detectar apuntes o signos del tras- mundo divino, de la existencia de Dios, la vía del discurso razonador no será el medio adecuado para tener éxito en satisfacerlo. Escribe a ese propósito Kolakowski: “Mientras acatemos el rigor lógico aceptable en la indagación científica, no hay huellas de Dios que puedan detectarse inequívoca- mente en el mundo, nada que podamos identificar con certeza con sus signos” 14 . Pascal no perdonaba en Descartes “haber querido en toda su filosofía poder prescindir de Dios”. Bien que no pudiera impedir hacerle dar un papirotazo, para poner el mundo en movimiento, tras ello “nada sabe qué hacer con Dios” 15 . Andando el tiempo, esa “hipótesis Dios” ya no será necesaria, como declara Laplace. Para este último, de darse una inteligencia que conociera todos los elementos y fuerzas de la naturaleza y la situación de los seres que la componen, más la capacidad de someter a análisis esos datos, “abarcaría en una sola fórmula los movimientos de los más grandes cuerpos del universo así como los del más ligero átomo: nada sería incierto para ella, y el futuro como el pasado estarían presentes en sus ojos” 16 . Aparecen referencias al catolicismo en la obra de Laplace, mas “parece fuera de duda que no creía en ninguna otra cosa más que en la ciencia”, que era para él, según Curnot, un culte, une religion, la seule qu’il admît 17 . Resumía Bonald, refirién- dose a esos tiempos racionalistas: “el deísta es un hombre que no ha tenido aún el tiempo de hacerse ateo”. En el pensamiento teo- 14 L. KOLAKOWSKI, Si Dios no existe … (Madrid 1985) 77. La situación la registrará Unamuno a su manera, sin lamentarla: “La filosofía, en el fondo, aborrece al cristianismo”. M. de UNAMUNO, “Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos”, en Obras completas , VII (Madrid 1967) 293. 15 B. PASCAL, Pensées (Paris 1958) n. 77, 94; cf. L. GOLDMANN, Le Dieu caché (Paris 1959) cap. II: “La vision tragique: Dieu”, 32-49. 16 P.S. de LAPLACE, Essai philosophique sur les probabilités (Paris 1814) 2; cf. I. PRIGOGINE – I. STENGERS, La nueva alianza. Metamorfosis de la ciencia (Madrid 1983) 80-84. 17 R. LENOBLE, Historie de l’idée de nature (Paris 1969) 373-374.
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