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280 SATURNINO ÁLVAREZ TURIENZO En el límite, realizada la obra de la razón, no sólo ya no se necesitarán creencias religiosas, la ciencia suplirá por ellas: “quien tiene ciencia, ya tiene religión” (Goethe). Para el perfecto ilustrado, como puede ser el caso de Diderot, basta añadir conocimientos razonados para que disminuyan, hasta desaparecer, las creencias. “La religión decae al desarrollarse la filosofía… Cuantos más filósofos haya en Constantinopla tantos menos peregrinos habrá en La Meca” 5 . Un campo especialmente indicado para pulsar el clima purgado de connotaciones religiosas es el de la política. Algo he adelantado ya sobre esto. Es el que más de cerca imita en lo humano la acción de orden y gobierno divinos. El soberano político, en su reino, des- empeña el papel de “dios”, conforme sostenía Hobbes. Un “dios” dotado del supremo poder, que pone en ejercicio “maquinalmente” 6 . Ya Bacon prescindía de cualidades religiosas en la condición del ciudadano. Ciudadanía divorciada de la religiosidad, como lo ven- drá a estar el Estado de la Iglesia. Recordemos asimismo la solución kantiana al problema de instituir una república, para lo que sólo pedía que se tratara de seres racionales. Ningún ingrediente moral o religioso se precisaba para ello 7 . Jefferson, recuerda Richard Rorty, no encontraba perturbador para el buen gobierno el que los gobernados sostuvieran que “había veinte dioses o bien que no había ninguno” 8 . En el artículo 10 de la francesa “Declaración de los derechos del hom- bre y del ciudadano” (1791) se establece que “nadie ha de ser inquie- tado por sus opiniones, incluidas las religiosas”, lo que las consigna al limbo de la indiferencia respecto al buen gobierno. De nuevo Max 5 Pasaje escrito para la Enciclopedia y censurado, citado en B. DUNHAM, Héroes y herejes a partir del Renacimiento (Barcelona 1965) 147. Respecto a la altiva frase de Goethe sobre la valencia religiosa de Ciencia y Arte, ver su Proverbio 136, que E. GILSON transcribe y comenta: “ L’esprit de la philosophie Médiévale (Paris 1948) 19. Cf. W. RÖPKE, Civitas humana . Cuestiones fundamentales en la reforma de la socie- dad y de la economía (Madrid s.f.) 55-69: cap. I. “Extravíos del racionalismo”. 6 Punto tocado en la nota 1, puede verse desarrollado en M. GAUCHET, El des- encantamiento del mundo. Una historia política de la religión (Madrid 2005). 7 E. KANT, La paz perpetua (Madrid 1979) 126. 8 R. RORTY remite frecuentemente a Jefferson en su obra a ese mismo propó- sito. El lugar más relevante, Objetividad, relativismo y verdad (Barcelona 1996) cap. 11: “La prioridad de la democracia sobre la filosofía”, 239-266. l r i c a l i s r p l C c c si s c s

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