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278 SATURNINO ÁLVAREZ TURIENZO La visión resultante viene a secar las fuentes de lo religioso. Lle- gará el momento en que también esa visión sea cuestionada. Para que ello suceda tendrá que operarse nueva modificación del pensamiento, o sea otro modo de entender la relación del hombre con el mundo, distinto del que lo ve clausurado dentro de los límites de la razón. Aquí vamos a seguir en compañía del espíritu de la modernidad racionalista. Espíritu que, como dejo dicho, viene gozando hasta hoy mismo de buena salud, aun allí donde entra en competencia con su contrario. Ningún producto de la cultura con mayor prestigio, todavía en todas partes, pero esto no será definitorio de la nueva situación. El párrafo del que tomo el pasaje transcrito comenzaba ya en los términos con que se concluye; “Con Nicolás Maquiavelo estamos ante otro mundo completamente distinto. La Edad Media ha muerto; más aún, es como si nunca hubiera existido”. Nótese la perfecta secularización de la política hecha en la cita, y cómo es elevada a instancia deciso- ria soberana, en la línea del deus in terris que abiertamente sostendrá Hobbes. A. KOYRÉ, Estudios de historia del pensamiento científico (Madrid 1977): texto tomado del breve ensayo “El pensamiento moderno”, 9-15; lo transcrito, en la p. 14. Intere- santes también los demás estudios incluidos en el volumen. Habría que completar las páginas citadas, que versan sobre la nueva concepción del hombre en sociedad, con las que llevan por título “Galileo y Platón” (150-179). En éstas se contrapone las concepciones tradicional y moderna de la naturaleza. La desencantada que se enfrenta al “silencio de los espacios”, a la contemplativo-estética que se, emociona ante la “armonía de las esferas”; la de la imagen mecánica del universo escrito en lenguaje geométrico, a la que lo entendía como “cosmos” cualitativo lleno de vida y escrito en lenguaje teleológico: 154-156, 174-176; cf. A. KOYRÉ, Etudes galiléen- nes . I. A l’Aube de la science classique (Paris 1939); III. Galilée et la loi d’inertie , (Paris 1939). Sobre el deslizamiento de la visión desde el mundo medieval, lleno de Dios, al universo profano moderno, ver Tullio Gregory, Mundana sapientia. Forme di conoscenza nella cultura medievale (Roma 1992), caps. II-III. El mismo deslizamiento podemos notar atendiendo a campos particulares de los intereses o la preocupación humana. Me he referido, de la mano de Koyré, al de la política. Par- ticularmente significativo es ver lo que pasa en un ámbito tan del dominio religioso como es el de la exégesis bíblica. La Edad Media se distinguió, tanto más cuanto más profundamente entramos en ella, por el recurso a los sentidos “espirituales” en la interpretación de la Escritura. Con el paso a la Moderna, se privilegia el sentido literal, lo que ocurre particularmente entre los reformadores religiosos. Con ese ate- nimiento a la literalidad de los textos sagrados se los exorciza de simbolismos, se los allana (como exorcizado y llano quedaba el libro de la naturaleza leído en lenguaje matemático). Será abrir la puerta a una crítica que acaba por desacralizarlos. Cf. P. HARRISON, “La fijación del significado de la Escritura: La Biblia del renacimiento y los orígenes de la Modernidad”, en Concilium , n. 294 (2002) 119-128; H. de LUBAC, Exégèse médiévale , I (Paris 1959). e l r s a c c l v i i c
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