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LA RACIONALIDAD MODERNA EN EL PROCESO DE OSCURECIMIENTO… 299 - l l a - r, s - - , - . l s s s - s a ., I, manifestaciones degradadas, como “farsa”, de las que en el original fueron “tragedia”. Sería el resultado de aplicar a la situación el pen- samiento de Hegel, que Marx recoge y refuerza, en El dieciocho bru- mario de Luis Bonaparte : “Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó agregar: una vez como trage- dia y la otra como farsa” 44 . Y una cosa más respecto a las acomodaciones del cristianismo desde dentro de él, o sea, respecto a sus “mejoradores” para dejarlo a medida del mundo moderno o del personal sentir pequeño-huma- nista. En este caso, el dictamen procederá de un agnóstico, de Sig- mund Freud. Refiriéndose a lo que comúnmente se entiende y vive como religión, y dejando de lado “las fuentes profundas del senti- miento religioso”, escribe: “Es humillante reconocer cuán numerosos son nuestros contem- poráneos que, obligados a admitir la posición insostenible de esta religión [la antropomórfica del pueblo creyente], intentan, no obstante, defenderla palmo a palmo en lastimosas acciones de retirada. Uno se siente tentado a formar en las filas de los creyentes, para exhortar a no invocar en vano el nombre del Señor a aquellos filósofos que creen poder salvar al Dios de la religión reemplazándolo por un principio impersonal, nebulosamente abstracto” 45 . 44 K. MARX, Der achtzehnte Brumaire des Louis Bonaparte , en Karl Marx/ Friedrich Engels Werke n, VIII (Berlin 1975) 115: «Hegel bemerkt irgendwo, dass alle grossen weltgeschichtlichen Tatsachen und Personen sich sozusagen zweimal ereignen. Er hat vergessen hinzufügen: das eins Mal als Tragödie, das andere Mal als Farce”. 45 S. FREUD, El malestar de la cultura , en Obras Completas , III (Madrid 1968) 8-9. Transcribe Freud a propósito de su observación los conocidos versos de Goethe: “Quien posee Ciencia y Arte / también tiene Religión; / quien no posee una ni otra, / ¡tenta Religión!” Goethe, hace notar Freud, no priva de religión a los humanos; la deja para los que “no tienen Ciencia y Arte…”. Sobre la forma como frecuentemente se defiende la religión, en “lastimosas acciones de retirada”, podrían traerse otras citas. Sea sólo ésta recogida al azar de un autor que, desde su confesión protestante, habla del modo como la Iglesia Católica ha afrontado el aggiornamento conciliar (Vaticano II). Dos frases como muestra. “Entre 1955 y 1960 se ha preparado insidiosamente la atmósfera conciliar, que provocaría, a partir de 1964, un proceso de desagregación rápido de la más poderosa y numerosa de las Iglesias cristianas”. “La brusca pérdida de influencia de las Iglesias no proviene de su inadaptación al mundo, sino eviden- temente de su aplicación a disolverse en él. ‘Vosotros sois la sal de la tierra, pero si
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