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294 SATURNINO ÁLVAREZ TURIENZO la de científicos como Einstein, que daría por bueno ver, en efecto, descrita como “religión cósmica” 34 . Otra manera de religión a medida de sensibilidades agnósticas consistiría en presentarla como un trascender en al inmanencia. Un éxodo en la horizontalidad del tiempo. Consumación universal den- tro de él, al modo que “fabulan” las usuales filosofías de la historia. Nos acercaríamos ahí a la constelación de las “religiones de la huma- nidad”. Generalizando, podrían agruparse esas experiencias bajo la común rúbrica de ideologías en lo teórico y de humanismos en lo práctico. De las ideologías podría decirse que continúan las teologías en un medio desdivinizado. En cuanto a los humanismos, que se trata de “una religión secular, improvisada a partir de las sobras en des- composición del mito cristiano” 35 . Los “humanismos” se ven ahí como concepciones del mundo, y del hombre en él, contrarias al “naturalismo”. Este último entendería homogénea la realidad toda, nacida de principio único, una Physis originaria, generadora y animadora común. Los humanismos signifi- carían la ruptura con esa concepción. Con ellos se habría introducido el dualismo del cielo contra la tierra, de lo ideal contra lo natural, del alma contra el cuerpo o de Dios contra el mundo. En relación con el principio celeste habrían de ser entendidas las religiones. Esa será la interpretación de la historia de la filosofía en autores como Benjamín 34 Ib ., 124. 128. La religión de la que ahí se habla no es la articulada en un credo o la estructurada en una teología. Remite más bien a la experiencia de ella en las sabidurías de Oriente. Einstein es acercado a la filosofía de Schopnehauer y, a través de éste, al budismo, etc. En el mismo contexto se sitúa el pensamiento de Heidegger, recordándose al tiempo la tradición de la teología negativa dentro del cris- tianismo. Cita a ese propósito unas líneas de Einstein ( Mein Weltbild , Francfort/Berlín, 1965), en las que se pronuncia “contra el carácter antropomórfico de la idea de Dios y a favor de una religiosidad cósmica, que se aproxima a la del Budismo y a la de Schopenhauer” (p. 128). 35 J. GRAY, Perros de paja . Reflexiones sobre los humanos y otros animales (Barcelona 2003). El título del libro refleja la posición del autor, que es la de un natu- ralismo radical, como radicalmente a-humanista y a-religioso es el contenido. Contra- pone a los humanismos la hipótesis Gaia (James Lovelock), según la cual el hombre se entendería como pertenencia de la Tierra, y ésta como un gran organismo englo- bador y regulador de cuanto contiene. Cf. VV.AA. , Gaia. Implicaciones de la nueva biología , Ed. de W. I. Thompson (Barcelona 1992). F e é y e v t t y S e S ti p d c q u ( ú fí s L e fi y g
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