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264 JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ MOLINERO terísticas que distinguen ese cuerpo humano del del mono no son caracteres propios adquiridos con el transcurso del tiempo. Apare- cen ya en el desarrollo del feto de todos los demás primates que los pierden en el transcurso de una diferenciación posterior. Un estado transitorio en el mono se ha convertido en un estado definitivo en el hombre . Por tal causa, aunque el feto de los monos inferiores y el de los antropomorfos tenga un aspecto más humano, no hay que interpretar este hecho en función de ‘la ley biogenética fundamental’ según la cual los monos descienden de un ser que se asemejaba aún mas al hombre. En realidad, éste ha conservado el tipo fetal hasta el fin de su desarrollo. La evolución de los primates corresponde a una fase final que falta en el hombre. Quisiera objetivar esta diferen- cia entre el hombre y el mono, llamando conservador al desarrollo humano y propulsor al del mono” 13 . Frente a la mentada concepción lineal y progresista del evolu- cionismo darwiniano, podemos describir de esta otra manera, igual- mente simplificada, la interpretación que Bolk, con su eco manifiesto en Arnold Gehlen, hace de la antropogénesis: existió, en primer lugar, un tronco común. Y, de él, surgieron luego dos líneas parale- las: una, de mayor desarrollo evolutivo, que lleva al simio; y otra, en cambio, a la que es inherente un retraso evolutivo, que concluye en el hombre. El conjunto de estos aspectos: el paralelismo de líneas indi- cado y el mayor o menor desarrollo de cada una de éstas no debe pasarnos desapercibido, por la significación que comporta, para un entendimiento adecuado de la teoría del anatomista y embriólogo holandés. En el simio, en efecto, en el momento de su nacimiento, se pone de manifiesto un mayor desarrollo corporal que en el hombre. En cambio, el hombre “se fetalizó”. La hominización apa- rece como una fetalización. Nuevamente las propias expresiones literales del mismo Bolk son ilustradoras al respecto: “Puedo ahora responder a la pregunta fundamental formulada: ¿Cuál es la esencia de la estructura en sí, que permite ver la oposición entre la forma ( Gestalt ) humana y la del mono? La respuesta es el carácter fetal de esa estructura . Tenemos aquí un punto de vista sobre su forma y origen, independientemente tanto de una teoría de la descendencia 13 Ib ., 13. c v l c r a a a l a e v a 1 f

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