NG200701009

RELEVANCIA FILOSÓFICA DE LA EXONERACIÓN (ENTLASTUNG)… 263 é - - - r s - - e e - a r a - l e l- - . a Centrando su atención primordialmente en la génesis de la forma humana, Bolk establece una distinción fundamental entre características primarias y características consecutivas. Éstas últimas pueden ser explicadas como determinadas por el fenómeno de la verticalización. En cambio, las características primarias o, lo que es igual, la esencia de nuestra forma es el resultado de un factor orgánico de desarrollo interno (una inhibición general del desarrollo) que actúa por intermedio de un sector determinado del organismo. El orga- nismo humano tiene un modo de ser específico. El gen del hombre difiere esencialmente del de los seres emparentados zoológicamente con él 12 . Si tenemos, entonces, en cuenta la interpretación de Bolk y la posterior incorporación que de ésta hace Gehlen, podríamos decir, esquemáticamente, que no ha habido una evolución lineal pro- gresiva que haya adoptado la forma siguiente: primeramente, un antepasado originario; posteriormente, de éste descendió el mono; finalmente, a partir del simio hizo su aparición el hombre. Dicho de una manera harto simplificada ésta vendría a ser, pues, la tradicional doctrina darwiniana de la evolución que se atiene con preferencia a las características consecutivas frente a las primarias. Por cuanto ésta sobrevalora la influencia del logro de la posición vertical en el desa- rrollo de la forma humana, este hecho (la adquisición de la postura erecta) pasa a convertirse en el punto de partida para la comprensión de la forma o estructura humana y de él deriva, en consecuencia, la formación de casi todas las características específicas del cuerpo humano Ahora bien, dado que, en el momento del nacimiento hay una multitud de especies animales que, desde un punto de vista compa- rativo, aventaja o supera con creces el estado de indigencia que en ese mismo momento presenta el individuo humano (piénsese, en conexión con esto, por ejemplo en la gran dependencia que mues- tra el recién nacido humano, durante largo tiempo, respecto de sus progenitores), “la forma del cuerpo humano, afirma textualmente el propio Bolk, se nos aparece bajo una luz diferente, ya que las carac- 12 Ib .

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