NG200701009
258 JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ MOLINERO (umweltgebunden) ; el hombre, en cambio, en cuanto ser espiritual, está abierto al mundo (weltoffen) 2 . Esta dicotomía: vinculación al mundo circumdante (Umwel- thaftigkeit) – apertura al mundo (Welthaftigkeit) lleva a Max Sche- ler a atenerse al aspecto mas elevado del conocimiento humano y quedarse, en definitiva, en una consideración metafísica del espíritu como principio que se opone a toda vida en general (e) incluso a la vida que habita en el hombre 3 , y como estructura fundamental del ser del hombre: “Si en la cima del concepto de espíritu colocamos una función particular del conocimiento, una especie de saber que sólo el espíritu puede dar, entonces la determinación básica de un ser espiritual... consiste en su emancipación existencial de todo lo orgánico , su libertad, su independencia o autonomía –o la del cen- tro de su existencia– con respecto a los lazos y a la presión de la vida y de todo lo que a ella le pertenezca...” 4 . En Arnold Gehlen, la duplicidad vinculación al mundo cir- cumdante – apertura al mundo tiene también una repercusión primordial. Pero Gehlen, en lugar de deslindar y ceñirse al plano meramente teórico del conocimiento, unifica conocimiento y acción. En vez de sentar el espíritu como principio fundamental del ser del hombre a partir del cual ha de derivarse todo lo que éste es, opta por un planteamiento biológico en sentido amplio en el que no ha lugar para una consideración metafísica del espíritu dado que él arranca concretamente de la deficiente constitución morfológica del hombre y se atiene al hacerse a sí mismo de éste. Como iremos 2 M. SCHELER, Die Stellung des Menschen im Kosmos , 7 ed. (Bern-München 1966) 38; traduc. El puesto del hombre en el cosmos (Buenos Aires 1990) 39. (Tam- bién aparecerá citada esta obra abreviadamente como: Die Stellung (en alemán) y El puesto del hombre (en español). 3 “Das was dem Menschen allein zum ‘Menschen’ macht... ist ein allem und jedem Leben überhaupt, auch dem Lebem im Menschen entgegengesetztes Prinzip” ( Die Stellung, 37-38; trad. El puesto del hombre , 38). 4 “Was aber ist nun jener Geist? ... Stellen wir hier an der Spitze des Geistbe- griffs seine besondere Wesensfunktion, die Art Wissen, die nur er geben kann, dann ist die Grundbestimmung eines geistigen Wesens... seine existenzielle Entbundenheit vom Organischen, seine Freiheit, Ablösbarkeit –oder doch die seine Daseinszen- trums- von dem Bann, von dem Druck, von der Abhängigkeit vom Organischen , vom Lebem und allem, was zum Leben gehört” ( Die Stellung , l. c.; El puesto del hombre , l. c.). v s e a e c a 1 ti a s o a rí b e u (‘
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