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EL CONOCIMIENTO: UN CAMINO METAFÍSICO PARA LA BÚSQUEDA… 207 . a s e , - s - r e s e - , - - l a - ; 3. EL HORIZONTE DE LO SAGRADO En su más primigenia experiencia, el hombre se encuentra con un espacio lleno, sin identificar, en donde la realidad “le desborda, le sobrepasa y no le basta” 32 . El hombre vive sin conciencia de su extrañeza. El hombre, que se encuentra en la realidad que no ha inven- tado, sino que simplemente la ha encontrado, se esfuerza por encontrar su sitio en tal realidad. Para conseguirlo, proyecta a su alrededor lo que necesitaría para estar perfectamente encajado. Pero, como consecuencia de no encontrar respuesta, se siente rechazado, perseguido y atisba con interés cualquier detalle que guarde relación con sus esperanzas. En esta situación surge el deli- rio persecutorio, porque se siente “mirado sin ver”, experimenta la “presencia inexorable de una estancia superior a nuestra vida que encubre la realidad y que no nos es visible. Es sentirse mirado no pudiendo ver a quien nos mira” 33 . M. Zambrano define esta situación como “estar ante algo , bajo algo”. Ese “algo” se presenta como una ocultación radical, completa, de una realidad que el hombre encuentra con su vida 34 . Esta realidad “no se le ha ofrecido al hombre como una cualidad de las cosas… no es atributo ni cualidad que les conviene a unas cosas sí y a otras no: es algo anterior a las cosas, es una irradiación de la vida que emana de un fondo de misterio; es la realidad oculta, escondida; corresponde, en suma, a lo que hoy llamamos “sagrado” 35 . De ahí que se puede y deba afirmar que lo sagrado envolvía a lo humano, preexistía 36 . El hombre está incapacitado para verse a sí mismo todavía. “Se mira desde lo que le rodea. Y todo, los árboles y las piedras, le mira y, sobre todo, aquello que está sobre su cabeza y permanece fijo 32 HD 28-29. 33 HD 31. 34 Ib . Cf. también M. GONZÁLEZ GARCÍA, a.c. , 470. 35 HD 32-33; 298. 36 HD 138. En otro pasaje afirma María Zambrano que lo sagrado “es consus- tancial con la vida humana” (p. 235). Cf. L. CAMMANARO, a.c., 99-102; M. GONZÁ- LEZ GARCÍA, a.c , 469-472.

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