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EL CONOCIMIENTO: UN CAMINO METAFÍSICO PARA LA BÚSQUEDA… 217 - ” e a a l u - e s a a . y , e ; n e r - o e Apenas iniciado el camino socrático, llegó la crisis provocada por la escuela cínica. Si el hombre se hacía accesible a sí mismo a través de la virtud, “su acción peculiar para ser” 88 , los cínicos des- confían de ese camino, se revuelven contra lo que los hombres han edificado y reniegan “de la vida ciudadana que contradice y encu- bre la ‘la naturaleza’” 89 . “Abriéndose paso en la revelación de “lo humano” aparece el hombre concreto en su realidad” 90 . En los estoicos, la conciencia de Sócrates se convierte en la naturaleza del hombre, produciéndose un tránsito de la naturaleza de los pre-socráticos: “el orden, la armonía, la razón que había sido descubierta en las ‘cosas naturales’”, a la naturaleza del hombre 91 . Para María Zambrano es clara la conversión de la filosofía estoica en una religión. “Una religión nacida de la filosofía, ins- pirada por la fe primera y más íntima del alma griega, la fe en la razón natural, en una naturaleza ella misma razón –logos natural–, el fuego de Heráclito que siendo fuego, lo más arrebatador y des- tructor, vida y muerte, “se alumbra con medida y se extingue con medida”. La fe que lleva a descubrir que la armonía es la consonan- cia de lo disonante” 92 . La filosofía platónica proponía que el alma debía expiar el haber descendido a este mundo para volver a su origen celeste. Aristóteles, a su vez, enseñaba un camino que era el abandono de toda pasividad para alcanzar el acto. El estoicismo señalaba la imperturbabilidad como ideal de la conformidad con la naturaleza. El cristianismo habla del hombre nuevo, del hombre interior, “interioridad”, que María Zambrano traduce como “la infinita espe- ranza, la libertad”, “el hombre renacido en Cristo, por amor” 93 . El cristianismo se presenta también integrando algo que siem- pre ha preocupado a María Zambrano: el mundo de la tragedia y con medida”. La fe que lleva a descubrir que la armonía es la consonancia de lo disonante, cuya razón vital última es la “concordia”. 88 Ib. 89 Ib. , 100. 90 Ib. , 99. 91 Ib. , 99. 92 Ib. , 101. Cf. M. ZAMBRANO, Obras reunidas (Madrid 1971) 304-310. 93 Ib.

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