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210 MANUEL GONZÁLEZ dios desconocido obliga a la conciencia humana filosófica a aspirar a la unidad no hecha, a restituir o donar la unidad perdida o no alcan- zada a un ser que es alguien 51 . María Zambrano señala con claridad la actitud que impregna el primer momento del proceso del resto del mismo. El paso decisivo al segundo momento del proceso es preguntar, preguntarse y “entonces el conflicto se reduce y nace el problema, es decir, la interpretación racional” 52 . En el primer momento, bajo el horizonte de lo sagrado, el hom- bre se siente en una situación 53 , en la que le falta seguridad. El con- flicto está sugerido “por el sentir de esa oscura potencia a la cual esta- ban sometidos hombres y dioses, del cual eran juguetes y víctimas, la justicia ininteligible y lógica inasequible; una razón que no descendía sino en forma de sentencia inapelable” 54 . Y en medio de la angustia, del asombro, de la falta de seguri- dad, el hombre recurre a acciones sagradas, especialmente el sacrifi- cio para “ponerse en buenos términos con la realidad” 55 . Pero las respuestas que se esgrimen en ese momento son inade- cuadas e insuficientes al conflicto del hombre vacilante que quiere “ser hombre”, ser consciente de su aislamiento y de su imparidad. Y de ahí el paso del sentir al preguntar , desde una conciencia inicial y diferencial en relación con los dioses a la fe en el hombre mismo y en su razón 56 . 51 HD 65. 52 PH 96. 53 Ib . Cf. HD 298. También M. ZAMBRANO, “El tiempo y la verdad”, en Anthropos. Suplementos. María Zambrano. Antología, selección de textos , 1987, marzo-abril, 108. 54 HD 297. 55 PH 96. 56 “Hay un momento decisivo y privilegiado en nuestra tradición occiden- tal. Es el que marca el nacimiento de la filosofía en Grecia en el siglo VI a. de C., cuando el sabio Tales deja de saber para preguntarse acerca de las cosas. Si la pre- gunta fue decisiva, lo es más aún la actitud que revela, los supuestos que la hicieron posible y necesaria. De esos supuestos aún vivimos, pues constituyen la fe radical del hombre en el hombre” (PH 96-97). 4 c s l a d e h li e sí s e y l a p e b d h c t o h r s

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