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178 ILDEFONSO MURILLO sea accesible o no a la vivencia o al conocimiento» 3 . Cuestión distinta es el modo como cada persona se representa ese absoluto. A veces se absolutizan o endiosan, se ponen por encima de todo, valores relativos: una situación profesional, la publicación de un libro, la salud, tener un esposo o una esposa e hijos, la razón, un amigo, una amiga, etc. El hombre desesperado, según Viktor E. Frankl, está delatando que había endiosado cosas u objetivos que en sí mismos no son absolutos 4 . En definitiva sufre una frustración en su dimensión religiosa, es decir, en su apertura a la trascendencia de un sentido último, lo cual es una de las causas más influyentes en la aparición de los desequilibrios psicopatológicos y de las evasiones, desde las drogas hasta el suicidio 5 . Esto quiere decir que, cuando el hombre busca el sentido último, sabiéndolo o sin saberlo, está buscando a Dios. Así lo comprendieron el científico Albert Einstein, el teólogo Paul Tillich y el filósofo Ludwig Wittgenstein. Pero uno de los significados del fenómeno contempo- ráneo de la secularización y, más ampliamente, de la desacralización, estriba en que el hombre toma conciencia de su consistencia propia y de la realidad de la naturaleza frente a la esfera de «lo sagrado». Dios ha creado un hombre capaz de ateísmo y no un esclavo que le ado- raría sin libertad, aunque el problema de Dios sea, en expresión de Zubiri, «una dimensión de la realidad humana en cuanto tal» 6 . Debido a la rica consistencia del mundo y del hombre, podemos pararnos en lo penúltimo, como si fuese la única realidad. Una persona puede ser inteligentemente atea o agnóstica. Sin embargo, a pesar de todo, muchas personas han sentido y sienten la urgencia de ir más allá. Y con frecuencia han tenido éxito. Conviene recordar que nuestra reflexión, cuando pensamos a fondo en las características que ha de revestir el último fundamento de lo real existente, llevados de la mano por el principio de razón sufi- 3 Puesto del hombre en el cosmos (Madrid 1929) 141. ( Die Stellung des Men- schen im Kosmos , en Gesammelte Werke , vol. 9 (Berna 1976) 68). 4 El hombre doliente. Fundamentos antropológicos de la psicoterapia (Barce- lona 1987) 277-280. 5 Cf. V.E. FRANKL, Ante el vacío existencial (Barcelona 1980) ; ID., La presen- cia ignorada de Dios (Barcelona 1981); ID., El hombre en busca de sentido (Barce- lona 1982). 6 El hombre y Dios (Madrid 1985) 3 ed., 12. c e t t li r a l 2 c L e 3

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