NG200701006
DIMENSIÓN RELIGIOSA DE LOS HUMANISMOS 189 . , l, - - s - e e s - e - a a - e y a - - a a , por encima de ella. La palabra de Dios dirigida a los seres humanos empapa el acontecer en la propia vida de cada uno de nosotros y todo acontece en el mundo de nuestro alrededor, todo lo biográfico y todo lo histórico, y lo convierte para ti y para mí en orden, en exigencia [...] Ciertamente pensamos a menudo que no hay nada que oír, sin embargo desde hace mucho tiempo nos hemos echado a nosotros mismos cera en las orejas» 28 . Lo que nos impide ver y oír es el predominio gigantesco de la relación Yo-Ello: «En nuestra era la relación Yo-Ello, gigantescamente hinchada, ha usurpado prácticamente sin oposición el dominio y la regla. El Yo de esta relación, un Yo que lo posee todo, lo hace todo, lo logra todo, este Yo incapaz de decir Tú, incapaz de encontrarse con un ser esencialmente, este Yo es el señor de la hora. Esta per- sonalidad consciente que ha llegado a la omnipotencia, rodeada de todo el Ello, no puede naturalmente reconocer a Dios ni a ningún absoluto genuino que se manifieste a los hombres como de origen no humano. Se interpone y nos priva de la luz del cielo [...] El eclipse de la luz de Dios no es extinción; mañana mismo puede desapare- cer aquello que se ha interpuesto» 29 . Dios no ha muerto, por tanto; sólo se ha eclipsado. La única manera de evitar que las relaciones interhumanas sean absorbidas por la relación objetivadora Yo-Ello es comprendiendo que tales relaciones alientan en el ámbito último del Tú Eterno o Dios, que nunca podrá ser objetivamente delimitado por nuestros conceptos. Que estas breves insinuaciones sobre Buber sirvan para evocar un camino de humanismo, ligado con la tradición bíblica, por el que han transitado muchos pensadores del siglo XX: Mounier, Nédonce- lle, Lévinas, Lacroix, Rosenzweig, Ebner, Marcel, Romano Guardini, Carlos Díaz, Alfonso López Quintás, etc. Julián Marías, uno de los discípulos más brillantes de Ortega y Gasset y Zubiri, desarrolla igualmente un humanismo en el que la dimensión religiosa tampoco queda meramente implícita o margi- nal. La cuestión de Dios va ligada íntimamente con la de la persona, un tema central en su pensamiento, al que ha dedicado dos libros: Mapa del mundo personal (1994) y Persona (1996). El germen de su 28 Yo y Tú (Madrid 1993) 122. 29 Eclipse de Dios (Buenos Aires 1984) 113-114.
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