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EL PRIMITIVO CRISTIANISMO ANTE LA FILOSOFÍA… 161 e a a l e l . - e a y - s r - s l y s - a - a - e - a e de las Escrituras. Así mismo esta doctrina sobre el papel del Logos como educador de la humanidad, inserta ya en Platón, los estoicos y en Clemente, es prueba para Orígenes del poder de la tradición que perdurará posteriormente. 3.4. F UENTES FILOSÓFICAS QUE SUBYACEN EN ORÍGENES Los testimonios sobre Orígenes como filósofo proceden, entre otros, de Eusebio de Cesarea, historiador oficial del primitivo cristia- nismo, así como también de filósofos como el neoplatónico Porfirio, quien recurriendo a una crítica mordaz, rechaza frontalmente la reli- gión cristiana. No obstante es honesto y no duda en reconocer las dotes de Orígenes como filósofo. El historiador Eusebio se refiere al trato que Orígenes tenía con Platón, expresión con la que alude al conocimiento que manifestaba sobre la filosofía griega, en concreto la platónica. Textualmente nos dice lo siguiente:”Lo que venimos diciendo queda ahí para prueba del múltiple saber de Orígenes en las ciencias de los griegos, saber del que el mismo escribe en una carta defendiéndose contra algu- nos que le acusaban de su celo por aquellas ciencias: “Más como quiera que yo me daba a la doctrina, y la fama de nuestra capacidad se iba esparciendo y se me acercaban, hora herejes, hora de los que provenían de ciencias griegas, sobre todo filósofos, me determiné a examinar las opiniones de los herejes y cuánto proclaman los filó- sofos acerca de la verdad” 32 . Como se puede observar por las decla- raciones de Eusebio, nuestro autor se decide a estudiar las obras y opiniones de los filósofos y lo hace al lado de grandes maestros, entre los que destaca Amonio Sacas, filósofo entre los más nombra- dos de la época y de quien aprendieron también Plotino y Porfirio, dos maestros del neoplatonismo en Roma. Porfirio es uno de los autores que también reconoce las cuali- dades y fama de Orígenes, a pesar de su oposición frontal al mismo y al camino y doctrina que había elegido. En esta línea nos expone lo siguiente: “Porque él vivía en trato continuo con Platón y frecuen- taba las obras de Numenio, de Cronión y de los autores más conspi- 32 EUSEBIO DE CESAREA, Historia Eclesiástica, VI, 19, 12-13.

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