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138 ANTONIO LLAMAS Buena Nueva de la salvación. Los autores neotestamentarios hubie- ron de enfrentarse a otras culturas y a otros mundos, sobre todo, al mundo judío, al mundo helenístico y al mundo que en aquella hora dominaba todo el orbe conocido, el Imperio Romano. Tanto San Juan como San Mateo y el autor del libro del Apocalipsis responden con sus escritos al mundo judío. El mundo judío es siempre restrictivo y se consideraba a sí mismo pueblo elegido de Dios. El Segundo Templo 67 había sido estudiado más en la última generación que en el milenio anterior y nuevas búsquedas continuaba a echar fuera rollos, fariseos y primi- tivos rabinos y así no se mencionaban los relevantes descubrimien- tos arqueológicos. Este segundo Templo era una imagen de lo que podría llamarse religión, fe, cultura y política. Pero incluso estos elementos son usualmente encontrados en las mismas cuestiones, es decir, considerarse ellos solamente como pueblo de Dios, mantener la identidad de la Torah, frente al mundo de alrededor considerado por ellos mismos pagano y comenzar a proclamar el reino de Dios de la edad futura, prometido por los profetas. Así las promesas divinas sólo repercutían en él y la imagen de Dios se distorsionaba en una pequeña nación, reduciendo así, el carácter universal de la salvación de Dios, verdadero proyecto del Dios de los Padres, cum- plido y realizado por Jesucristo, Palabra de Dios 68 . El evangelista San Mateo era un rabbí que explica a Jesús des- pués de su conversión a proseguir el camino de Cristo. Su forma- ción era judía, su manera de exponer la Escritura Santa era aquella de los rabinos. Por ello, somos conscientes de la lectura del Antiguo Testamento para explicar a Jesús, más aún el mismo evangelista presenta a Jesús como el Nuevo Moisés 69 y además toma en cuenta las formas de vida y las figuras claves de la historia de Israel, para mostrar a sus lectores la vida y obra de Jesús, el Señor, es decir, la proclamación cristiana en la historia, mediante el midrás judío que 67 El Segundo Templo está inmerso en la época que ocupa desde la Restaura- ción en el periodo persa, por tanto siglo sexto-quinto antes de Cristo hasta la crisis helenística, esto es, siglo cuarto-tercero antes de Cristo. Cf. J. TREBOLLE BARRERA, La Biblia judía y la Biblia cristiana (Madrid 1993) 168-171. 68 N.T. WRIGHT, Paul (Minneapolis 2005), 3-6. 69 D.C. ALLISON, The New Moses . A Matthean Tipology (Edinburgh 1993). é j a e l L f e c c e c y e v c y r s l ti e r

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