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a a s - a . e s - a s s - e - , e S EL TRASPASADO. UN TÍTULO CRISTOLÓGICO EN EL CRISTIANISMO PRIMITIVO El cristianismo manifiesta una pluralidad de títulos otorgados a Jesús por los autores neotestamentarios. La gran tradición cristiana fundamenta la creencia en la Resurrección de Jesús, a partir de los textos escritos por los autores del Nuevo Testamento, para suscitar la fe, crear la comunidad cristiana y la fraternidad, experimentar una verdadera catequesis que sirviera de vivencia concreta de todo el mensaje del Evangelio, proclamar en credos y fórmulas bautismales esta doctrina que traspasa los límites del tiempo y del espacio. Esta verdad de la fe cristiana, la más sublime de todas ellas hace posible el encuentro con el Señor y al mismo tiempo es el pilar de toda la experiencia nueva de la fe naciente. Los cristianos de ayer decaían en la vivencia del Señor Resucitado. Esta realidad impulsaba a los escritores sagrados, ungidos por el Espíritu Santo a nuevas maneras de explicitar la fe en Cristo. Los escritores neotestamentarios subrayan la fe en el Resucitado y lo confirman en la propia experiencia como Dios y Señor. Para ello, explican a Cristo Resucitado y lo presentan como Dios, al igual que el Dios del Antiguo Testamento mediante títulos, atributos divinos, nom- bres que le hacen a Cristo acreedor de su divinidad. Esta idea concen- tra el pensamiento de todos los autores neotestamentarios que conser- vaban en su memoria la tradición acerca de Jesús, llamado Cristo. Ya en el interior del Antiguo Testamento la unidad de la ten- sión promesa y cumplimiento es tal que los dos polos no resultan propiamente especulativos, porque el cumplimiento viene descrito y experimentado en términos tales que llegan a ser una nueva pro- mesa. Esto vale para Jesús contemplado y creído en el horizonte del quehacer veterotestamentario de Dios. Porque en Él estaba presente y activo el Dios de Israel, su señorío universal y escatológico. Jesús no es solamente cumplimiento de las esperanzas veterotestamenta- rias, sino una nueva y amplia promesa en el interior de una larga historia de promesas del Dios de Abrahám, como sostiene el apóstol Pedro en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 3,19ss).

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