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106 FELIPE F. RAMOS de la amistad que, según la frase citada más arriba “acoge a las per- sonas iguales o las hace”. Se acentúa de este modo la amistad entre los amigos. La amistad creada por Jesús tiene otra justificación: El es el Señor, que hace amigos suyos a aquellos que él ha elegido; no es igual a los discípulos con los que establece relaciones amistosas. La amistad entre Jesús y Pablo se fundamenta sobre el pensamiento de la elección. Jesús ha elegido a Pablo como intérprete y pregonero del evangelio, su Apóstol... 43 . Esto significa que el pensamiento de la elección no es discrimi- nante. No se acentúa la amistad con los discípulos en contraposición a los no elegidos. El contrapunto excluido es el mundo anti-divino. La corriente de amistad que tiene su fuente en el Revelador, origina, a su vez, la posibilidad de la oración. La oración es la expresión de la amistad concedida y aceptada. El amigo concede a sus amigos aquello que le piden. Es lógico. Deberíamos acentuar en este apartado que la discontinuidad más profunda entre Pablo y Jesús arranca del ser mismo de ambos personajes: Jesús es el Señor; Pablo es el apóstol. Jesús tiene como punto de partida y centro de gravedad el reino de Dios. Esto, en Pablo, se llama cristología; él tiene que predicar a Cristo (1 Co 1,23). Pablo conoce por la tradición lo que es verdaderamente constitutivo del cristianismo: La acción salvadora de Dios en Cristo en la ple- nitud de los tiempos. Y este acontecimiento histórico lo reformula para defenderlo de la tergiversación y del vaciamiento al que podía ser sometido. Esto hubiera ocurrido sin él; los demás ministros de la palabra se hubieran limitado a repetirlo; Pablo, y los demás, tuvie- ron que interpretarlo, iluminarlo, modificarlo y, a veces, ocultarlo. El cristianismo no es sólo la doctrina de Jesús ni la interpre- tación paulina de la misma, sino la realidad de Cristo, la acción de Dios en él en un momento concreto de la historia. Y de esta acción de Dios en Cristo dan testimonio Jesús y Pablo. Cada uno a su manera. Por tanto, quien rechaza a Pablo, porque anuncia el hecho de Jesús, rechaza también a Cristo (W.G. Kümmel). La dife- rencia entre Jesús y Pablo es muy grande. Su coincidencia está en que ambos garantizan, cada uno a su manera, la base de la amistad creada por Dios con el hombre: Jesús la manifiesta. Pablo la inter- 43 ID., “Amistad”, en ID. (dir.), Diccionario del Mundo Joánico. Evangelio. Cartas. Apocalipsis (Burgos 2004) 38. 7 J c c a ti r c L ll v s s s c s l e t

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