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EL VALOR DE LA AMISTAD 103 - a a e e , e ; a e , e a - , - l a - e e - - n “transfiguración” de Jesús (Mc 9,2 y el lugar paralelo de Mt 17,21). No describe un cambio en el ser de Jesús, sino la manifestación del mismo en toda su dimensión y significado para los discípulos. La forma pasiva del verbo indica que se trata de una acción de Dios. Las otras dos veces es utilizado en relación con los discípulos, que deben ser transformados en su mente y no dejarse absorber por las categorías del mundo (Rm 12,2) y en los que debe hacerse visible la imagen de Cristo resucitado gracias al poder transformante del Espíritu (2 Co 8,18). La transformación cristiana describe la revelación que Dios hace de su gloria en el Jesús terreno y a la que los discípulos tienen acceso mediante un conocimiento que es progresivo e inseparable de la fe. En correspondencia al concepto anterior, la transformación cristiana designa el cambio progresivo que se produce en el creyente gracias al conocimiento de la gloria de Cristo resucitado. Por supuesto que también este cambio es inseparable de la fe. Este conocimiento lleva a que los cristianos se parezcan, se asemejen, a la imagen de Cristo y a su entrega libre y decidida a la voluntad de Dios. El NT evita intencionadamente la palabra metamorfosis. Debe quedar claro que tanto la “formación” como la “transformación” no son fruto de una fuerza interior existente en el hombre. Son conse- cuencia de la acción transformante del Espíritu de Dios en nosotros: “Todos nosotros, a cara descubierta, contemplamos la gloria del Señor como en un espejo y nos transformamos en la misma imagen de gloria en gloria, a medida que obra en nosotros el Espíritu del Señor” (2 Co 3,18) 41 . Esta fue la experiencia intensamente vivida por Pablo. Aquello que antes odiaba se convirtió en el “objeto” de su amor apasio- nado; lo que había sido descartado por él, se torna en su centro de máximo interés; considera como basura aquello que había valorado como el bien supremo (Flp 3,8); convierte en el centro de gravedad de su vida aquello que antes había despreciado; comienza a adorar aquello que antes aborrecía; Aquel y aquello que había pretendido eliminar constituye el objeto de su entrega y servicio incondicio- nales. Lo que antes llenaba su corazón se evaporó y dejó sin sen- tido su vida, siendo suplantado por Alguien o por algo que había 41 ID., “Metamorfosis del creyente”, en ID. (dir.), Diccionario de san Pablo (Burgos 1999) 743-745.