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76 FELIPE F. RAMOS jan incluso aquellos que parecen serlo. Por eso, “si tienes un amigo, ponle a prueba y no te confíes a él tan fácilmente” (Sir 6,7) 2 . Leí en cierta Controversia: “Amicus diu quaeritur, vix invenitur, difficile servatur”: el amigo es buscado con tesón (con ansiedad), raras veces es encontrado, difícilmente es conservado. La experiencia confirma con amargura que esa es la realidad. Pero la experiencia no es el único criterio hermenéutico. San Jerónimo cita los tres volú- menes escritos por Teofrasto –sucesor de Aristóteles en su escuela– sobre la amistad. En ellos la considera superior a la mejor caridad y, aun así, confiesa que es muy rara entre los hombres. También cita el libro de Ciceron, De amicitia , que dedica a Lae- lium, en el que se dice lo aceptado también entre nosotros: “Que el amigo sea para nosotros como el vino añejo, que lo bebamos con suavidad. Vino nuevo es el amigo nuevo; cuando envejece es cuando se bebe con placer” 3 . El placer de beber el vino añejo lo recoge también la Biblia: “No abandones al amigo antiguo, que el nuevo no valdrá lo que él. Vino nuevo es el amigo nuevo; cuando envejece es cuando se bebe con placer” (Sir 9,14-15). La Biblia enmarca la amistad dentro de la Sabiduría, que es la ciencia práctica de la vida, proveniente de la experiencia universal, y la eleva a la categoría máxima de los valores raras veces asequibles al hombre: “La Sabiduría es tesoro inagotable para los hombres y los que de él se aprovechan se hacen participantes de la amistad de Dios, recomendados a él por los dones adquiridos con la disciplina” (Sb 7,14). “Si tuvieres muchos amigos, uno entre mil sea tu consejero. Si tienes un amigo, ponle a prueba, y no te confíes a él tan fácilmente. Porque hay amigos de ocasión, que no son fieles en el día de la tribulación. Hay amigo que se torna en enemigo y que descubrirá para vergüenza tuya tus defectos. Hay amigos que sólo son com- pañeros de mesa, y no te serán fieles en el día de la tribulación. En tus días felices será otro tú y hablará afablemente de los tuyos. Pero si te viere humillado se volverá contra ti y te ocultará su rostro. 2 S. EUSEBII JERONIMI, Opera Omnia , vol. 5-6, 1219-1220. 3 M.T. CICERÓN, De Amicitia , XIX, 67 (Madrid 1983). e v a s s c l z 3 s ll t a a l a a

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