NG200701003

EL VALOR DE LA AMISTAD 93 e y - l a : a . y s a e e s r - , a r s 0 e e , d n o pariente, un amigo o un joven amable”. Las afirmaciones sobre un punto tan próximo a las exigencias de Jesús abundan entre los pen- sadores de la antigüedad 29 . Lucas 12,4 es una invitación de Jesús a unir la amistad con la alegría. Ya la parábola, brevemente comentada, del amigo impor- tuno (Lc 11,5-8) establece con la claridad suficiente que tanto la amistad del huésped como la del vecino pueden crear una cierta incomodidad para conceder al amigo lo que le pide su amigo. Tam- bién los amigos del centurión de Cafarnaún se pusieron al servicio de quienes lo necesitaban (Lc 7,6). El centurión Cornelio invita a sus amigos a participar en la gran alegría que le espera a la llegada de Pedro a su casa (Hch 10,24: “Y al otro día entró en Cesárea, donde los esperaba Cornelio que había invitado a todos sus parientes y amigos”. También Hch 27,3: “Al otro día llegamos a Sidón, y Julio, usando con Pablo de gran humanidad, le permitió ir a visitar a sus amigos y proveer a sus necesidades”, la palabra fílos y preocupa- ción-atención constituyen una unidad. La idea de fílos no se refiere ni a los amigos-hospederos de Pablo en Sidón ni, en contra de lo que aparece en la terminología usada por Lucas, a los amigos per- sonales del Apóstol, que se hubiesen preocupado “amistosamente” por Pablo durante su estancia en Sidón. La palabra designa, más bien, a los cristianos cuya preocupación por el Apóstol es mencio- nada frecuentemente por Lucas y Pablo (2Co 11,9; Flp 4,10.16.18). d) A esta múltiple imagen positiva de la amistad, ofrecida por Lucas, se contrapone una imagen negativa. A los motivos de los dolores mesiánicos pertenece, según Lucas, aparte de las relaciones de los padres y los hijos y el amor fraterno convertido en odio (Mc 13,12; Mt 10,21), también el cambio de los amigos en enemigos (Lc 21,16s). El motivo para tal cambio no es escatológico, pues ello pertenece a la experiencia general de la vida. Por eso se encuentra también en el entorno pagano y en el judaísmo el cuidado, la amo- nestación y la lamentación ante la inseguridad de los amigos. e) Jesús llama fíloi a sus discípulos (Lc 12,4). Y esto no es una inserción lucana en la imagen del maestro y los discípulos. Los para- lelos joánicos así lo demuestran (Jn 11,11; 15,13-16). Naturalmente 29 Ib ., 151, 19-43.

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