NG200701003

EL VALOR DE LA AMISTAD 85 s r - o - e a - e l - s a - a l - e , a l, a simbólico expresa más elocuentemente que otros la categoría de la amistad en el AT, ya que no existe un término técnico para indicar la misma . Esta suposición la confirma el hecho de que en las des- cripciones de 2S 1,26, los LXX utilizan dos veces agapetós en lugar de filía . Al principio de nuestro trabajo copiamos literalmente la cita de Sir 6,8-13. A ella remitimos porque recoge las características esen- ciales del verdadero amigo y denuncia la perversidad de los amigos “aparentes” o falsos. Seguimos nuestro desarrollo apoyándonos en una de las máxi- mas más ponderadas y significativas en el terreno de la amistad: “¿No es una tristeza mortal que un amigo se vuelva enemigo?” (Sir 37,2). El fundamento para una expresión como ésta debe ser la hostilidad-desdicha-envidia del amigo. Es un motivo parenético de la literatura sapiencial. “Seréis entregados aun por los padres, por los hermanos, por los parientes y por los amigos, y harán morir a muchos de vosotros” (Lc 21,16). “Ni de amigo te vuelvas enemigo” (Sir 5,15). Esta traducción la tenemos en los LXX y ha sido captada muy bien en la Biblia de Jerusalén, no en otras versiones de las que circulan habitualmente entre nosotros. Merece un comentario especial, que vamos a tomar de uno de los clásicos en los tratados sobre la amistad: “Que si algunos habían avanzado más lejos en la amistad, sin embargo se derrumbaba frecuentemente si caían en rivalidad de honor: pues decía que ninguna peste mayor había en las amistades que la codi- cia de dinero en los más y la rivalidad de honor y de gloria en todos los mejores, de lo cual las mayores enemistades habían surgido fre- cuentemente entre los amigos” (M.T. Cicerón, De Amicitia , 34). Muchas afirmaciones y doctrinas recuerdan vivamente la sabi- duría griega y en particular a Theognis que parece haber tenido las experiencias más amargas con amigos dudosos o veleidosos 11 . El Sal 41,10 nos ofrece un paralelo sorprendente: “Hasta mi amigo íntimo en quien yo confiaba, el que comía mi pan, levanta contra mí su calcañar”. Estos pensamientos aparecen con frecuencia y demues- tran que existen pocos amigos 12 . 11 Ib ., 148, 8s y 154, 30-33. 12 P. ABOT, Mischnatraktat “Sprüche del Väter ”. Tomado de TWzNT, IX, 154, nota 92: Luciano der Samosata, Toxaris 16. Igual que en P Abot, afirma: “la autoridad con los amigos es tan importante cuando se necesita de ellos y se les puede utilizar”.

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