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70 ALFONSO ORTEGA sus escritos, que plantean más preguntas que respuestas en esta obra de Diógenes: Carta de Epicuro a Heródoto (Física), Carta a Pitocles (de dudosa autenticidad, sobre Metéora), y Carta a Meneceo (con- cepto de la gente sobre los dioses, la muerte, el placer), y Principios dogmáticos (cuarenta, kyríai dóxai ), brevemente formulados, con la pretensión de resumir las tesis esenciales de la Filosofía de Epi- curo, al estilo de ésta: El más precioso de todos los tesoros, que puede contribuir a la felicidad de toda la vida, es la posesión de la amistad (n. 27). Los seis Libros De rerum natura están dispuestos en forma dual, de pares, en cuanto a contenidos. A cada uno de los seis libros precede un Proemio, cada uno de ellos, y en su conjunto, con gran belleza literaria y profundidad de pensamiento 8 . Al mismo tiempo son esenciales a la estructura y dinámica compositoria de toda la obra. En una sustancial síntesis se pueden señalar los elementos físi- cos y éticos principales: Libro Primero: La materia y el espacio o vacío . Fundamento del pensar cosmológico es el dogmático axioma de que nada procede de la nada y nada retorna a la nada. Para explicar el mundo hay que partir de la existencia de la materia y, con ella, de los átomos invisibles. A lo que axiomáticamente se añade el espacio vacío. En el Segundo Libro se aclara el movimiento y formas de los átomos. Si no tuviesen movimiento, no podía existir el mundo ni haber nacido la vida ni trasmitirse de unos seres a otros, como los corre- dores atléticos pasan la antorcha de unos a otros. Con un pequeño proemio se inicia el tema mayor del libro sobre la cualidad de los átomos. El segundo par –Libros Tercero y Cuarto–, el centro de la obra, están dedicados, primeramente, al gran tema sobre el hom- bre, la vida humana y el alma, con un emocionado Proemio del Libro Tercero, que es un cántico a la figura de Epicuro: “¡Desde tan grandes tinieblas, tú, el primero que pudiste/ clara luz levantar alumbrando los bienes de vida !/ Yo te sigo, ¡ oh prez de la estirpe de Grecia !, y en las huellas / impresas de tus pies pongo mis rastros seguros” (III, 1-4). Estamos ante el problema de la mortalidad del espíritu-vida y del alma – animus-anima –. Se trata del mundo de los átomos más pequeños , de la estructura atómica de lo espiritual. El 8 Cf. H. DILLER, Die Proömien des Lukrez und die Entstehung des lukrezis- chen Gedichtes , en Studi Italiani di Filologia Classica 25 (1951) 5-30. a a c t L c t e i c e s c c s e i c s a a a F

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