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EL MAL EN EL PENSAMIENTO GRIEGO: DE LA TEOGONÍA… 29 e - l s e . e , - s - e e a a a e - a , - , - a l - l l, s . . - la Tierra, es un ser con entrañas tenebrosas y nada compasivas, pues ella induce a sus propios hijos a cometer el terrible parricidio que produce, no sólo la separación de cielo y tierra, sino la posibilidad de que existan sucesivas generaciones de dioses, semidioses y criaturas gigantescas, titánicas, llenas de furia y violencia y dispuestas a atacar sin piedad a quienes se les ordene. La Tierra es la más cruel de las divinidades, aun siendo la madre de todas ellas. Y el Caos también tiene una larga descendencia de seres terri- bles. Engendra a Erebo, la oscuridad total, que no se mezcla con nada. Y del Caos desciende también la Noche, madre de la luz celeste de Éter y de Hémera, la luz del día. La luz brillante de los astros celes- tes se contrapone a la morada de la Noche, cuyas puertas se hallan en la entrada del Tártaro. En ella viven los dioses subterráneos y derrotados, que jamás volverán a ver la luz del día. El Caos tiene un largo brazo que se extiende a espacios oscuros y a generaciones sin número. De la sangre de la herida de Urano nacen tres clases de persona- jes que encarnan la violencia, el combate, el castigo y la matanza: las Erinias, los Gigantes y las Melíades. Las Erinias son potencias primor- diales cuya función esencial consiste en mantener vivo el recuerdo de la afrenta hecha por un pariente a otro, propiciando la venganza precisamente entre los miembros de la misma familia. Son, por ello, símbolo del odio, de la memoria de la culpa y de la exigencia de una reparación. Los Gigantes son seres extremadamente violentos que, al carecer de infancia y vejez, poseen siempre el vigor de los seres adul- tos, entregándose sin cesar a la guerra y al homicidio. Las Melíades, ninfas de los fresnos, son también guerreras, como las lanzas hechas de la madera de los árboles en los que habitan, siendo su inclinación hacia la matanza violenta irreprimible. Los descendientes de Caos son violentos e incontables. Zeus, hijo de Cronos y Rea, que es hija de Gea, termina por alcanzar el poder sobre dioses y hombres, después de las cruentas batallas que libra contra su propio padre, con la ayuda inestimable de los Cíclopes, los Hecatonquiros y la Éstige, cuyas aguas son letales para cualquier mortal y cuyos hijos, Cratos, el poder dominador de los enemigos, y Bía, la fuerza violenta, serán compañeros del ejército del triunfador.

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