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EL MAL EN EL PENSAMIENTO GRIEGO: DE LA TEOGONÍA… 51 , . e e - - s l - : l s a e ” a - e . e - cuente reincidente, a quien el mismo régimen penitenciario sigue endureciendo sin cesar” 57 . Por tanto, el cuerpo como cárcel del alma une el sentido del cas- tigo con el de la reiteración, que se asocia generalmente a las penas del Hades. El cuerpo es así el infierno para el alma, el lugar del cas- tigo, al que el alma vuelve una vida tras otra, pues la reencarnación no es más que nacer una y otra vez para ser castigada. Y esta idea representa el concepto más pesimista del hombre que haya surgido en la cultura occidental. Así lo interpreta Ricoeur: “La vida es repeti- ción del infierno, así como el infierno es reproducción de la vida, que confiere un sentido punitivo a los suplicios no éticos, cuyo espectá- culo horripilante proyecta ante nuestros ojos la vida y la historia. No cabe duda de que la circularidad de la vida y de la muerte constituye el mito más profundo que enlaza y subtiende los otros dos mitos del castigo en el cuerpo y del tormento en el Hades. Nacer es subir de la muerte a la vida, y morir es descender de la vida a la muerte: de esta manera el “cuerpo” puede ser el lugar de la expiación por las mal- dades cometidas en esta vida, que los profanos consideran como la única vida” 58 . Esa correspondencia entre el infierno y el cuerpo es la clave para comprender la negatividad de la cárcel del alma. La existencia humana se presenta entonces como una terrible reincidencia en el sufrimiento interminable, imagen de aquellos castigos reiterativos e infinitos de Sísifo o de las Danaides, que Platón representó de forma mítica imaginando la vida del alma humana como el intento de llenar un tonel agujereado, pues tal es la naturaleza de los deseos que el cuerpo engendra en el alma 59 . Y, así entendido, el cuerpo es símbolo de la desdicha de existir, de la desesperación de quien sabe 57 P. RICOEUR, O.c. , 431. 58 Ib. 432. Un análisis del concepto del cuerpo, desde Homero hasta Platón, puede verse en P. GARCÍA CASTILLO, La concepción del cuerpo entre los griegos , en Paradoxa 12 (2005) 121-163. 59 Platón, en la conocida discusión de Sócrates con Calicles, compara al hom- bre moderado con aquel que tiene unos toneles bien sellados, que puede llenar con vino y miel, mientras que el que vive sólo para el placer y la satisfacción sin límite de sus deseos, que es el ideal de vida propuesto por Calicles, es como el hombre que desperdicia su vida en la frustrante tarea de llenar un tonel agujereado. Así puede verse en las hermosas páginas del tercer acto del Gorgias (493a-494b).

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