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camino agustiniano implica: “1º no ir hacia afuera, hacia el mundo exterior; 2º volver a sí mismo, entrar dentro de sí, pues en el inte- rior habita la verdad; 3º pero trascenderse a sí mismo, a la propia alma, pues es de naturaleza mudable, para hallar esa Verdad, por- que el alma que busca no es la verdad, sino el espacio espiritual donde la verdad se hace visible” 30 . Saturnino Álvarez Turienzo seña- la en este pasaje una afinidad de san Agustín con los filósofos “que han alcanzado la luz de algo cierto”, pero trascendiéndolos 31 . El impulso del obispo de Hipona recorre autores tan conocidos para los maestros parisinos del siglo XIII como san Bernardo, desta- cado seguidor del pensar agustiniano 32 o la Escuela de San Víctor. Hugo de San Víctor hace dialogar al hombre con su alma guiándo- la en una reflexión sobre sí misma en el De arrha animae 33 , al que seguirá Ricardo de San Víctor. Estos autores dejarán huella, en la mentalidad bonaventuriana 34 . EL SOCRATISMO CRISTIANO EN SAN BUENAVENTURA 653 30 J. J. GARRIDO, El pensamiento de los Padres de la Iglesia (Madrid 1997) 77. Sigue el autor las conclusiones del profesor Saturnino Álvarez Turienzo: “Es un texto en el que difícilmente podría pedirse más concentración de lenguaje ni más carga de sentido. En él se tiene en cuenta: 1) lo exterior, los elementos de este mundo, aunque se pida dejarlos atrás y en forma alguna hacer de ellos principio. 2) Se invita a ingresar en lo interior donde habita la verdad; pero como ese interior es mudable, o si lo es, 3) la morada propia de la verdad inconcusa e inmutable ha de ubicarse más allá del elemento de la mente, llegando a la Verdad misma. Más allá nada hay que buscar (es lo que dice la continuación del texto)” (S. ÁLVAREZ, “Un aspecto de la conversión agustiniana: del modo de pensar retórico al filosófico”, en SOCIEDAD CASTELLANO-LEONESA DE FILOSOFÍA, O.c. , 104-105). 31 Ib ., 104. 32 S. BERNARDO DE CLARAVAL, De consideratione , lib. 2, c. 3, n. 6, PL 182, 745: “ Etsi sapiens sis, deest tibi ad sapientiam, si tibi non fueris. Quantum vero? Ut quidem senserim ego, totum. Noveris licet omnia mysteria, noveris lata terrae, alta coeli, profunda maris; si te nescieris, eris similis aedificanti sine fundamento, rui- nam, non structuram faciens. Quidquid exstruxeris extra te, erit instar congesti pul- veris, ventis obnoxium. Non ergo sapiens, qui sibi non est. Sapiens sibi sapiens erit: et bibet de fonte putei sui primus ipse. A te proinde incipiat tua consideratio; non solum autem, sed et in te finiatur ”. 33 HUGO DE SAN VÍCTOR, De arrha animae , PL 176, 951-970. 34 Hans Urs Von Balthasar señala esta influencia del agustinismo medieval: “La corriente principal, sin embargo, sigue siendo la de Agustín: la filosofía del amor, la imagen trinitaria en el espíritu creado; la irradación luminosa y la inhabitación de la verdad eterna en el espíritu de la criatura como magister interior personal” ( Glo- ria, una estética teológica. 2. Estilos eclesiásticos (Madrid 1986) 256). Sobre la

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