NG200603004
sabiduría que alimenta todo magisterio y actitud pedagógica, no le llega a san Buenaventura, sin embargo, a través de las fuentes de la filosofía griega como es lógico, sino de la mano de los grandes maestros espirituales de la Edad Media. Los Padres de la Iglesia enriquecen la experiencia socrática con textos bíblicos: “El reino de Dios está dentro de vosotros” (Lc 17, 21). San Justino ya tenía a Sócrates entre los que vivieron la expe- riencia del Logos antes de Cristo, en su lectura estoico-platónica 15 . Los Padres griegos, que tienen predilección por el acceso a través de las creaturas, del exterior, no renuncian, sin embargo, a exhortar la reflexión sobre uno mismo, sobre su origen y su destino. Clemen- te de Alejandría –pionero en la configuración de un platonismo cris- tiano y de gran influencia en la mística 16 – realiza un ejercicio de asi- milación y transformación de la enseñanza griega a la cristiana ( Paideia cristiana presente en el Nuevo Testamento –Jesús Maestro– y ya comentada en san Clemente Romano) en un sendero pedagó- gico que invita al hombre a su realización en la intimidad con Dios 17 . Clemente, en los Stromata , asimila búsqueda interior y de verdadero conocimiento con realización práctica del bien y configu- ración con él, y, así, recuerda como la primera tarea del filósofo es el de la contemplación, seguida del cumplimiento de los manda- mientos y, por último, la formación de hombres buenos 18 . También san Juan Crisóstomo, desde una perspectiva de teología negativa asentada en la expresión teológica emanada de la liturgia y el comentario exegético, se hace ejemplo de socratismo cristiano 19 . Los Padres latinos no renuncian, muy al contrario, a la búsqueda inte- rior. Así encontramos a san Ambrosio quien afirmara: “ Cognosce ergo te, o homo, quantus sis, et attende tibi... ut consideres quid in te intret, quid ex te exeat. Non de cibo dico, qui absorbetur et egeritur, sed de cogitatione dico, de sermone assero” 20 . EL SOCRATISMO CRISTIANO EN SAN BUENAVENTURA 651 15 S. JUSTINO, Apologia I pro christianis , n. 46, PG 6, 367-368. 16 R. TREVIJANO, Patrología (Madrid 2001) 172. 17 M. MERINO y E. REDONDO, “Introducción”, en CLEMENTE DE ALEJAN- DRÍA, El pedagogo (Madrid 1994) 33. 18 CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Stromata ,, lib. 2, c. 10, PG 8, 981-982. M. MERINO (Intr., trad. y not.), II 10, 46. 1 (Madrid, 1998) 146-147. 19 S. JUAN CRISÓSTOMO, Homilia 25 , n. 4, PG 57, 332. 20 S. AMBROSIO, Hexaemeron, lib. 6, c. 8, PL 14, 262.
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