NG200603004

queda de la verdad consiste en hacer tender la voluntad a las leyes. En el interior se encuentra la sabiduría que no es sino la fundamen- tación del comportamiento moral: “De la misma manera que los grandes jonios Anaximandro y Heráclito descubrieron la ley de la naturaleza que impera continuamente sobre el macrocosmos y el microcosmos, de la misma manera descubrió el ateniense Sócrates la ley moral en lo íntimo del alma” 7 . El alma es el gran tesoro del hombre, en él reside su bien, su cuidado es imprescindible pues es el mayor bien que existe 8 . La búsqueda de la fuente del conocimiento del alma y su cen- tralidad en el pensamiento antropológico ya está lanzada. Las res- puestas son múltiples en sus aspectos concretos, pero la cuestión queda ahí. El autoconocimiento supone una actitud interior de fun- damentación e intenciones pedagógicas. El conocimiento que se transmite trasciende la opinión personal y queda referido a algo superior, divino 9 . La búsqueda interior vincula conocimiento y alma en la filosofía griega con un impulso sistemático en Platón: “El cono- cimiento del bien, que Sócrates descubre en la base de todas y cada una de las llamadas virtudes humanas, no es una operación de la inteligencia, sino que es, como Platón comprendió certeramente –afirma Jaeger–, la expresión consciente de un ser interior del hom- bre. Tiene su raíz en una capa profunda del alma en la que ya no pueden separarse” 10 . En Aristóteles se vinculará la sabiduría a la aspiración ética y ejercicio de perfección virtuosa en el ejercicio de la contemplación intelectual, del conocimiento propio del alma 11 , pero el impulso interior perderá fuerza. Actitud vivida de forma aún más intensa en el estoicismo que si bien vincula felicidad y ejercicio de racionalidad, de discurso interior, de modo que “un hombre puede alcanzar verdadero bienestar si reconoce las implicaciones EL SOCRATISMO CRISTIANO EN SAN BUENAVENTURA 649 tant de ne pas confondre le désir et la volonté, l’appréciation subjective avec la valeur véritable, l’opinion individuelle avec la connaissance motivée” (J. BRUN, Socrate (París 1963) 92-93). 7 A. MARTÍNEZ, O.c. , 189. 8 Ib ., 191. Cf. W. JAEGER, Paideia. Los ideales de la cultura griega , vol. 2 (México 1948) 44-45; 52-53. 9 Cf. R. GUENON, Mélanges (París 1976). 10 W. JAEGER, O.c., 77. 11 Cf. S. PIÉ-NINOT, Teología Fundamental (Salamanca 1996) 96-111.

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