NG200603004

afirmaciones realizadas en los albores de la reflexión cristiana y pro- fundizadas en la Edad Media. Estos autores trataron sin traumas una cuestión que algunos autores actuales, no sin razón, urgen a su con- testación, como es situar el hombre en el centro de gravedad del encuentro personal con Dios 107 . San Buenaventura nos proporciona la clave del verdadero encuentro con nosotros mismos al encontrar en nuestra personal investigación la huella de la bondad divina en nosotros. Fundamen- ta así la instancia del amor interior, la gracia de Dios, y nos muestra la experiencia más radical que subyace en todo este proceso: la espiritualidad de Francisco de Asís de “fe en la manifestación uni- versal de Dios” 108 , sobre todo en Cristo, y bondad radical de la cre- atura creada por Dios que es el Bien. De este modo, san Francisco se convierte en ejemplo de similitud, aquel “quien en todos sus dis- cursos, tanto al principio como al fin, anunciaba la paz” 109 , y aquel modelo de camino de paz personal “fundado en el dominio de sí” 110 , paradigma de socratismo cristiano. M ANUEL L ÁZARO P ULIDO Instituto Teológico de Cáceres 672 MANUEL LÁZARO PULIDO 107 M. CABADA, El Dios que da que pensar. Acceso fisilosófico-antropológico a la divinidad (Madrid 1999) 119. 108 K. ESSER, Temas espirituales (Oñate 1980) 105. 109 Itin., prol. n. 1: V, 295. 110 F. MARTÍNEZ FRESNEDA y J.C. GARCÍA DOMENE, La Paz, actitudes y cre- encias , (Murcia 2002) 188.

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