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Con anterioridad san Buenaventura ya había realizado otra defi- nición de sindéresis como una potencia natural que siempre inclina al bien de forma uniforme 92 . Esta definición de corte académico nos permite entender el porqué de la cima especulativa de la sindéresis. Siguiendo a Alejandro de Hales para quien la sindéresis es un hábi- to general de la voluntad natural que regula la afección 93 , san Bue- naventura no dice que la sindéresis no sea un hábito, sino que pre- fiere designarlo como potencia natural. Esto puede significar que el hombre lleva inscrito en sí, sin forzar su libre albedrío, una huella del Bien de Dios. La creatura es buena en virtud de la Bondad de Dios que se difunde de suyo 94 . El hombre posee en sí un arma que le auxilia en la decisión libre, que es la tendencia al bien que posee. De este modo, no depende meramente del entendimiento, lo que le dejaría desarma- do. Por otra parte, la sindéresis se presenta como un elemento de autoconocimiento más completo, pues a pesar de la distancia onto- lógica entre él y Dios, puede entender su profunda constitución antropológica de imagen y semejanza de Dios e intermedio entre Dios y las creaturas. He ahí la importancia de la función unitiva de la sindéresis, su inmersión “en” la instancia de la participación divi- na. La sindéresis implica un segundo momento de conocimiento de sí mismo que permite ver el bien participado de Dios y llevar al ver- dadero camino de socratismo cristiano, la auténtica sabiduría que implica el encuentro con el Bien, que es Dios. 668 MANUEL LÁZARO PULIDO 92 II Sent , d. 24, p. 2, a. 1, q. 1, concl.: II, 574; Cf. d. 39, a. 2, q. 3, concl.: II, 915. 93 ALEJANDRO DE HALES, Summa Halensis , p. 2, q. 73, m. 2. 94 Itin. , c. 6, n. 2: “Bomun diffusivum sui”. Cf. J. M. WALSH, The Principle “Bonum diffusivum sui” in St. Bonaventure: its Meaning and importance (Nueva York 1958); J.-G. BOUGEROL, “Diffusio”, en ID. (dir.), O.c. , 54; L. MATHIEU, O.c. , 22-36. Sobre el significado en otros sistemas cf. J. PEGHAIRE, “L’axiome «Bonum dif- fusivum sui» dans le néoplatonisme et le thomisme”, en Revue de l’Université d’Otta- wa 2 (1932) nº spécial 5-32; J.-P. JOSSUA, “L’axiome “Bonum diffusivum sui” chez Saint Thomas d’Aquin”, en Rechereches de science religieuse 40 (1966) 125-137.

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