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jo que se eleva a especular la profundidad del misterio Trinitario (“ per speculum consurgit ad speculandam Trintatem ”) desde la razón; san Buenaventura hace referencia a la ciencia filosófica (natu- ral, racional o moral). Se nos presenta, pues, un autoconocimiento en el que la conciencia especular mira al interior del alma; es un conocimiento por imagen. Penetrar en el alma es necesario, pues significa entrar en la verdad de Dios, ya que ella es imagen interior de Dios y desde ella podemos al fin trascender el mero conocimien- to del entendimiento 78 . Desde el punto de vista de los esquemas filosófico-teológicos, podríamos decir sin ánimo de ser restrictivos, que si en el opúsculo bonaventuriano planean el ejemplarismo y el simbolismo, el centro de gravedad se desplaza desde el ejemplaris- mo del capítulo III (EJEMPLARISMO-simbolismo) al simbolismo del capítulo IV (ejemplarismo-SIMBOLISMO). En el orden teológico vamos de una teología simbólica a otra propia para finalizar en la mística. La filosofía, tan recurrente en el capítulo III, se muestra insu- ficiente en este grado de ascensión 79 . Estamos en un paso de máxi- ma centralidad, más allá de la entrada a la interioridad (atrio del Templo 80 ); superamos la noticia para ir al amor, el entendimiento para concluir en la voluntad y así atacamos el centro. La Sagrada Escritura se muestra más eficaz que la filosofía, pues esta última es más eficaz para la observación de la naturaleza y la escritura se encarga de la naturaleza reparada 81 . Las facultades propias de la inteligencia no nos sirven ellas solas. Del mismo modo que en el ter- cer grado las potencias nos ayudan en el proceso de reflexión inte- rior, en el cuarto grado realizamos un proceso de entrada en nos- otros mismos como “ in speculis imaginum creatarum ” 82 , desarrollando las potencias naturales, pero reparadas desde los hábitos gratuitos, los sentidos espirituales y los excesos mentales. En el primer capítulo del Itinerarium , san Buenaventura ade- lanta una interpretación de lo que está por venir. En ella se señala EL SOCRATISMO CRISTIANO EN SAN BUENAVENTURA 665 78 Itin , c. 1, n. 2: V, 297 79 Ib. , c. 4, n. 4: V, 307. 80 El simbolismo del Templo aparece explicitado en Ib. , c. 5, n. 1: V, 308. Cf. L. TURNEY, The Symbolism of the Temple in St. Bonaventure’s Itinerarium Mentis in Deum (Fordham 1968). 81 Ib. , c. 4, n. 5: V, 307. 82 L.c.