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imagen” 61 . Como señala con acierto F. de A. Chavero hablando de la cognoscibilidad de Dios en el Seráfico: “La posibilidad de conoci- miento de Dios se funda precisamente en lo que hay de divino en el hombre, que puede ser descrito como una estructura apriórica que le permite intuir el misterio, que corresponde a su más íntima aspiración. La autoconciencia humana es una prueba directa inme- diata, en el sentido de que se realiza como contacto consigo mismo y como presencia del yo a sí mismo” 62 . Efectivamente, la distancia ontológica entre el alma y Dios no impide su conocimiento ni per- mite duda alguna, ya que si bien el ser de Dios es superior al del alma, sin embargo, en cuanto al conocimiento es interior al alma (“ intra animan secundum notitiam ” 63 ). En virtud de ser imagen de Dios, ésta comporta por su ser expresividad, conocimiento y noticia de Dios. San Buenaventura parte de la idea importada de Juan Damas- ceno de que es natural que el conocimiento de Dios esté impreso en nosotros 64 , implementando a esta tesis inicial argumentos de la más diversa índole ideológica tirados de la interpretación boeciana de Aristóteles y de la lectura agustiniana de Hugo de San Víctor 65 . Lo que es cierto es que desde la certidumbre originaria de la posi- bilidad de conocimiento de Dios, se puede afirmar que en el inte- rior del alma podemos conocer la verdad y alcanzar la sabiduría, pues “ inserta est animae rationali notitia sui, eo quod anima sibi EL SOCRATISMO CRISTIANO EN SAN BUENAVENTURA 661 61 Myst. Trin. , q. 1, a. 1 concl.: V, 49:“ Nullo autem istorum modorum deest certitudo isti vero, quod est. Est enim certum ipsi comprehendenti, quia cognitio huius veri innata est menti rationali, in quantum tenet rationem imaginis, ratione cuius insertus est sibi naturalis appetitus et notitia et memoia illius, ad cuius imaginem facta est, in quem naturaliter tendit, ut in ello possit beatificari. Est etiam magis certum in comparatione ad rationem probantem. Omnes enim creaturae, sive considerentur secundum proprietates completivas, sive secun- dum defectivas, fortissimis et altissimis vocibus clamant, Deum esse, quo indiget propter suum defectum et a quo suscipiunt complementum. Unde secundum maio- rem et minorem completionem, quam habent, quaedam maioribus, quaedam maxi- mis vocibus clamant, Deum esse ”. 62 F. DE A. CHAVERO, O.c. , 183. 63 M. Trin. , q. 1, a. 1 concl. ad. 10: V, 51. 64 Ib. , q. 1, a. 1, f. 1: V, 45. 65 Ib. , q. 1, a. 1, f. 2-9: V, 45-46.