NG200603004

La nobleza de toda criatura es elevada a rango de categoría espiritual en el quehacer religioso de los franciscanos en un estadio que va más allá de las categorías teológicas propias del agustinismo, tiñendo la teología de significación de los seres creados en una armonía divina, en cuyo Cántico destaca el ser humano capaz de contemplar la creación siendo creatura. San Buenaventura sigue las definiciones propias de la antropo- logía que se va tejiendo en su época y que significan, sin duda, un hito en la caracterización del hombre. De entre ellas las que definen al hombre como imagen de Dios y su ser persona destacan de modo significativo. San Buenaventura apostará por la descripción significativa de imagen, sin por ello renunciar a la definición de la persona huma- na. A partir de la reflexión sobre la persona trinitaria el ser humano recibe dicho calificativo de forma analogada 47 . Más allá de explicar aquí el concepto de persona, nos interesa ahora reflejar la ordena- ción personal en el hombre en cuanto que le dota de un primer ele- mento estructural de autoconocimiento. El hombre en cuanto perso- na es una creatura llamada a la contemplación y la relación. Si el hombre puede recibir con justicia el apelativo de persona de modo conveniente es por su propio grado de ser especial en el orden creado. Para aplicar el distintivo de persona es necesario que quien lo reciba disponga de una dignidad que le acredite como receptor de ser personal, pues el concepto de persona está íntima- mente unido al de dignidad. Si san Buenaventura habla del ser per- sonal es porque el ser humano posee dignidad. Lógicamente la dig- nidad de la que participa el ser humano no es unívoca a la dignidad propia de las personas trinitarias. La univocidad no cabe en la men- talidad del Seráfico cuando entran en juego realidades ontológica- mente tan dispares como Dios Creador y el ser humano 48 . La utili- zación de dicha analogía no sólo implica una forma de expresión de la realidad, sino de una auténtica jerarquía y dependencia del ser humano del ser de Dios. La dignidad en el hombre que le capacita EL SOCRATISMO CRISTIANO EN SAN BUENAVENTURA 657 47 Cf, E. BERTI, “Il concetto di analogia in San Bonaventura” en Doctor Sera- phicus 32 (1985) 11-21. 48 I Sent ., d. 25, a. 2, q. 2: I, 444: “ Utrum nomen personae, dictum de creatis et increatis personis, sit commune univocum” .

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