NG200603003

designios del azar se ejemplifica magistralmente en toda la tragedia griega, en la que los personajes precipitan con sus actos las conse- cuencias que, precisamente, trataban de eludir, haciéndose así mani- fiesto lo ineluctable de su destino. Tanto Platón como el mismo Pro- tágoras parecen buscar un modo de vida que proporcione a los hombres seguridad y estabilidad, que les libre de la tuvch , de esa indefensión de que adolecen. El remedio es precisamente la tevcnh , la ciencia y el arte humanos. La agricultura, la pesca, la ganadería, y las artes similares, ya proporcionaron a nuestros antepasados una herramienta eficaz para escapar e incluso dominar la tuvch . Según el mito que narra Protágoras, el problema que surgió entonces fue la convivencia, pues nadie poseía esa sociabilidad que a Aristóteles le parece un rasgo distintivo e inseparable de la misma humanidad. Se hacía, así pues, indispensable otro tipo de conocimientos que per- mitiera escapar de ese estado de naturaleza hobbesiano. Una vez que el hombre se ha liberado, en cierta medida, de la fortuna, nece- sita otra herramienta para que los demás no sean una amenaza igual de poderosa que aquélla. La justicia y el sentido moral, entre otros, son dones otorgados a todos por Zeus, a pesar de lo cual pueden perfeccionarse o atrofiarse, en virtud de su práctica o abandono. En consecuencia, Protágoras se presenta como maestro de la tevcnh politikhv 6 , capaz de perfeccionar las virtudes políticas (que, en la Grecia antigua, no podían separarse de las éticas y privadas) que todos poseen y pueden desarrollar por medio de la práctica. Debemos aquí hacer un inciso para poner de manifiesto lo con- fuso que puede resultar este diálogo a nivel argumentativo. Sócrates inicia varias demostraciones que Protágoras consigue refutar; por eso, se abandonan para no volver a ser retomadas. Así, la conversa- ción sufre drásticos giros, haciendo difícil su exposición. No debe- mos perder de vista el hecho de que éste es uno de las diálogos de juventud, cuya sistematicidad es incluso menor que la de sus obras LA EVOLUCIÓN DE LA TEORÍA PLATÓNICA DEL PLACER 603 6 Marta Nussbaum enumera las cuatro características fundamentales que ha de poseer todo conocimiento que quiera presentarse como tevcnh : universalidad, enseñabilidad, precisión e interés por la explicación, es decir, búsqueda del porqué ( O.c ., 143-146). El segundo es consecuencia directa del primero, pues la universali- dad, característica ineludible de toda ejpisthvmh , implica que ha de ser enseñable. Más adelante nos detendremos en el tercer elemento, la exactitud o ajkribeiva , que resultará fundamental en la parte final del diálogo.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz