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ambas, resultado común de la mezcla de las dos ” 45 . A Protarco le parece mucho más razonable, con lo cual la discusión no se enca- mina a saber cuál de los dos modos de vida anteriores se identifica con el bien, ya que la vida mixta se ha aceptado como lo más dese- able para todo hombre. Pero el debate no concluye, puesto que ahora Sócrates se propone investigar cuál de estas dos opciones contrapuestas merece ser elegida en segundo lugar, una vez que el primer premio ha quedado asignado. El bien no consiste en el pla- cer ni en la vida puramente intelectual; ahora se trata de decidir cuál de los dos elementos es el más valioso, cuál contribuye más a la bondad de esa vida mixta. Parece entonces evidente que no debe formularse la pregunta de si el placer es el bien, sino distinguir nítidamente las diferentes clases de placer: “ Decimos que experimenta placer el disoluto y que también lo experimenta el moderado en su propia templanza; y, por su parte, también experimenta placer el insensato y el que está lleno de insensatas opiniones y esperanzas, y lo experimenta el prudente en su propia prudencia ( to;n fronou`nta aujtw/` tw/`` fronei`n ) . ¿Cómo podría uno pretender en justicia no pasar por insensato al afirmar que unos y otros de estos placeres son semejantes entre sí? ” 46 . El método dialéctico se hace patente en las últimas obras de Platón, especialmente después de su detenida exposición en el Político y el Sofista . Ocurre que se habla del placer como algo unitario y, al mismo tiempo, se distinguen placeres de muy distintas característi- cas. Se diría que los placeres del desenfrenado y del sabio son muy diferentes y, sin embargo, de ambos se dice que experimentan pla- cer. La diaivresi" es el método que Platón utilizará para intentar resolver este problema, un procedimiento que, después de buscar el elemento común que hace que de distintas sensaciones se predique el placer, distingue las especies que pertenecen a ese género 47 . Las LA EVOLUCIÓN DE LA TEORÍA PLATÓNICA DEL PLACER 629 45 PLATÓN, Filebo , 22a. Parece que ahora Sócrates está respondiendo a la objeción de Calicles que en el Gorgias quedó sin respuesta, ya que la discusión se encaminó a la refutación del hedonismo radical. No puede decirse que la felicidad consista en vivir sin necesidades ni placeres pues “ de este modo las piedras y los muertos serían felicísimos ” ( Gorgias , 492e). 46 Ib ., 12c-d. 47 La formulación más clásica de la dialéctica platónica se halla en Fedro , 265c-266c. La segunda parte del mismo, consistente en las divisiones de las especies

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