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lar con todo aquél que estaba dispuesto a hacerlo; pero los temas de conversación del Sócrates histórico se asemejaban a los que aparecen en los primeros diálogos platónicos, de carácter ético y político. Jamás supo él nada acerca de una región constituida por Formas eternas y arquetípicas de las cuales participan las cosas de este mundo. Sin embargo, no resulta difícil imaginarse a Sócrates pronunciando unas palabras semejantes a éstas: “ por el dios de la amistad, Calicles, no creas que tienes que bromear conmigo ni me contestes contra tu opi- nión lo que se te ocurra, ni tampoco recibas mis palabras creyendo que bromeo, pues ya ves que nuestra conversación trata de lo que cualquier hombre, aun de poco sentido, tomaría más en serio, a saber, de qué modo hay que vivir ( trovpon zh ~ n ) : si de este modo al que tú me exhortas, que consiste en hacer lo que, según tú, corresponde a un hombre, es decir, hablar ante el pueblo, ejercitar la retórica y gobernar del modo que vosotros gobernáis ahora, o bien de este otro modo de vida dedicada a la filosofía ” 1 . Platón heredó de Sócrates una profun- da preocupación por el mejor modo de vida, por aquella conducta capaz de proporcionar felicidad tanto al individuo como a la polis. Y, en distintos momentos de su trayectoria intelectual, se plantea el papel que ocupa el placer en esa vida feliz: si el placer es el bien mismo y, por lo tanto, es condición suficiente para la felicidad, o si debe rechazarse por ser un impedimento para la vida contemplativa. Con el paso del tiempo, Platón no sólo reformulará y modificará su postura sino que planteará la pregunta de un modo diferente. Lo que aquí se pretende, por lo tanto, es mostrar la evolución en la conside- ración del placer, poniendo así de manifiesto la importancia que Pla- tón concedía a esta cuestión, a veces olvidada y malentendida. EL PROTÁGORAS Hay quien discute el hecho de que el Protágoras fuera escrito con anterioridad al Gorgias ; algunos comentaristas 2 incluso encuen- 600 IGNACIO GARCÍA PEÑA 1 PLATÓN, Gorgias , 500b-c. 2 García Gual, por ejemplo, opina que en el Gorgias se descarta lo que Sócrates ha dicho en el Protágoras en V. CAMPS (ed.), Historia de la ética , (Barce- lona 1988) I, 108.

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