NG200603002
nito que el pecado del hombre hace al Creador. Y que no sería con- veniente que la altísima justicia de Dios perdonase el pecado si antes no recibe la satisfacción infinita. Se la ofrece el Hijo de Dios en la cruz. En mi opinión, la anterior argumentación agustiniana para explicar el misterio de la justicia divina es inaceptable en sus dos momentos indicados. Deut 5,9 (Ex 20,5; 34,7) dice que Yahvé castiga “la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación, cuan- do me odian.”. Pero parece que no se fijó Agustín en el verso siguiente: “ y tengo misericordia por mil generaciones cuando me aman y guardan mis mandamientos”. Ni en otros muchos textos en los que se reconoce que la ira de Yahvé se enciende a ratos, pero que su misericordia dura para siempre. Y es obvio que no es lo mismo castigar “por tres o cuatro generaciones” que por los siglos y hasta por toda la eternidad 38 . Respecto a la gravedad inconmensurable del pecado de Adán ya hemos hablado antes. Agustín argumenta: la “miseria” que Dios impone como castigo a los hombres por el pecado de Adán es inconmensurable, luego fue inconmensurable ha de ser el pecado del padre de la tribu humana. Se pregunta ¿porqué esta “miseria” humana, muy real, sin duda, Agustín la califica, ya de entrada, como castigo divino? ¿No podría tener otro origen? Está operando aquí el desacertado y ya conocido entimema: sufren, luego son culpables . En esta misma línea y para similares conclusiones, argumenta Ansel- mo: la satisfacción que Cristo ofrece en la cruz por el pecado huma- no es de valor infinito, luego infinitamente grande hubo de ser la gravedad del pecado por cual tal satisfacción se ofrece. Se utiliza un apriorismo argumentativo similar al de Agustín, fundado en el mito y teología de la pena. 584 ALEJANDRO DE VILLALMONTE, OFMCap 38 El adagio popular de que Dios castiga en los hijos los pecados de los padres fue rechazado por Ez 18,20: el hijo no cargará con la iniquidad del padre. Santo Tomás interpreta mejor que S. Agustín el texto de Deut 5,9, cuando dice que, si se habla de castigar hasta la tercera y cuarta generación, es porque ese es el espa- cio de tiempo en el que os padres influyen en los hijos, con su ejemplo, con su auto- ridad, con la educación, Suma Teológica. I-II. q.87, a.8. Tomás es más realista, evita las “especulaciones” idealistas de Agustín .
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz