NG200603002

fuere simbólico) por parte de los educadores. Ocurre aquí una aso- ciación instintiva entre la culpa/ falta y su castigo. Durante milenios, los hombres primitivos conservan esta mentalidad infantil, subdesa- rrollada y valoran a su modo como culpa aquello que es castigado por los tabúes, costumbres, leyes de a tribu. Durante siglos subsis- tía la asociación de sufrimiento y culpa, de enfermedad y pecado 31 . En épocas más desarrolladas, la justicia humana trabaja con la con- vicción de que no hay modo de restituir el orden social quebranta- do por el delincuente sino por medio del castigo, real o sustitutorio. El jurista romano cristiano Tertuliano aplicó esta ley al campo de lo religioso: o satisfacción o castigo (aut satisfactio aut poena). Axioma que tuvo total éxito por obra, sobre todo, de san Anselmo, según hemos mencionado. Otra de las raíces primeras de la correlación culpa-pena tal vez haya que buscarla en el campo de lo comercial: toda deuda ha de ser pagada. En alemán la palabra “ Schuld” significa “deuda ” y “culpa” . En español, la versión tradicional del Padrenuestro decía perdónanos nuestras “deudas” , donde ahora dice nuestras “culpas” . También a nivel del ordenamiento meramente jurídico puede tener su aplicación más a menos razonable y aceptable la rigurosa corre- lación trasgresión- castigo, culpa-pena. Pero si, del nivel meramente jurídico, nos elevamos al nivel ético /moral, la vigencia y racionalidad del principio culpa-pena se carga de dificultades, de aporías, desveladas por P. Ricoeur en el texto citado. Porque, no se ve claro qué racionalidad pueda tener el castigo del trasgresor para restablecer el orden moral. Parece que la pena impuesta al trasgresor por haber hecho violencia al orden moral, se quiere corregir imponiendo a su libertad la violencia del castigo. El castigo podría manifestar una exhibición de poder (de la “libido dominandi”), una forma disimulada no ya de canalizar, sino de encubrir, un poco hipócritamente, el deseo de venganza. CRISTIANISMO, ¿RELIGIÓN DEL AMOR-RELIGIÓN DEL MIEDO? 575 31 P. LAÍN ENTRALGO, Enfermedad y pecado , (Barcelona 1961). Señala cómo los pueblos primitivos, de diversas culturas, tenían la convicción de que enfer- medad (como todos los males) les ocurren a los hombres como castigo por alguna culpa cometida contra los dioses ( mito de la pena ). Mentalidad que no va desapare- ciendo hasta que no llega el estudio empírico de las enfermedades iniciada por Hipócrates y Galeno y continuada por la medicina científica de Occidente.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz