NG200603002

En referencia explícita a la teoría anselmiana sobre la muerte de Cristo, interpretada como satisfacción penal por el pecado, tenemos un texto taxativo de R. Girard, bien conocido por sus estudios sobre la violencia en lo sagrado y el sentido del sacrificio en las religiones, sobre todo en la cristiana: “Los esfuerzos que se han hecho para explicar este acto sacrificial, no han conducido más que a soluciones absurdas: Dios tiene necesi- dad de vengar su honor comprometido por los pecados de la humani- dad. Y, no sólo exige una nueva víctima, sino que reclama la víctima más preciosa y más querida, su propio Hijo. Este postulado ha hecho, sin duda, más que cualquier otra cosa, que el cristianismo quede des- acreditado a los ojos de los hombres de buena voluntad en el mundo moderno. Tolerable todavía en la mentalidad medieval, se ha hecho intolerable para la nuestra y constituye la piedra de escándalo por excelencia para un mundo que se revela completamente contra lo sacrificial” 29 . Y apretando más el cerco a la teología de la satisfacción penal, tenemos un texto del teólogo R Panikkar referido al castigo inmenso que Dios habría impuesto a la humanidad por el pecado de Adán: “El mito del pecado original presenta dos puntos débiles. El uno es la cuestión del mal, que deja sin explicar. El otro, el que aquí inte- resa, es el problema de presentar a un Dios que debe plegarse a las exigencias del orden de la justicia: el hombre ha pecado, y Dios debe castigarle: puede perdonarle el pecado, pero Él, al parecer, no pude perdonarle el castigo /pena. El mito de la pena parece, pues, superior a Dios mismo ” (subrayo) 30 . El mito de la pena que afirma la unión indisoluble entre crimen y castigo, culpa y pena tiene raíces muy profundas en la psique humana y en la historia de la cultura. Habría que buscarle su primer origen en el comportamiento infantil. El niño, en efecto, no tiene conciencia personal de lo que es bueno o malo. Capta como malo lo que es objeto de desaprobación, disgusto, y ‘castigo’ (aunque 574 ALEJANDRO DE VILLALMONTE, OFMCap general es estudiado por historiadores de la religión, representantes de diversas reli- giones, filosofías, teologías. 29 R. GIRARD, El misterio de nuestro tiempo. Claves para una interpretación teológica (Salamanca 1982) 213-214. 30 R. PANIKKAR, Le péché originel , en “ Le nythe de la peine ”, O.c., 70.

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