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por Él, aunque su yugo es suave y su carga ligera (v.14-15) . La 2CtaF describe la previsión que Dios hace de la disparidad en el agradeci- miento humano y por eso la carta se estructura entre los que hacen (2CtaF 19-48) y no hacen penitencia (2CtaF 63-85). Dentro de cada opción se dan especificaciones y agrupaciones que van a describir el proceso de apertura o cerrazón al plan salvador de Dios. Los que hacen penitencia parten de un criterio general, funda- do en la misericordia de Dios (2CtaF 18), es decir, que tienen como punto de referencia a Dios y al prójimo. Por ello son habitados por el Espíritu (2CtaF 48). Por su contra, los que no hacen penitencia (2CtaF 63-85), no tienen en cuenta ese criterio del amor y acaban siendo esclavos de sus pasiones y de los afanes de este mundo. 2.2. El discernimiento comunitario 480 La vida en penitencia es una elección personal que Francisco experimenta en su propia vida y que históricamente vive en frater- nidad 481 . Por eso la carta previene de la tentación de conocer en solitario la voluntad de Dios: “Debemos, igualmente, negarnos a nos- otros mismos y poner nuestros cuerpos bajo el yugo de la servidum- bre y de la santa obediencia, según lo que cada uno prometió al Señor” (v.40). Sólo desde esta premisa se puede obedecer a Dios y ayudar a los hermanos . 2.3. L AS OBRAS DE PENITENCIA COMO CRITERIO DE DISCERNIMIENTO Todo acto de discernimiento que se precie tiene como puntos de referencia los actos de amor hacia el prójimo a los que invita el Amor recibido de Dios. Este obrar se expresa en la 2CtaF de dos maneras: a) Los “frutos de la penitencia” (2CtaF 25) son los resulta- dos de las acciones de aquellos que han puesto todo su ser en LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(II) 537 480 M. COSTA, El discernimiento espiritual comunitario, en Manresa 200 (1979), 213-230. J. A. GARCÍA, Seguimiento de Jesús y comunidad religiosa, en Hogar y Taller 1985. 481 Francisco resume en la Carta su experiencia penitencial. Al unírsele los primeros hermanos viven como “ penitentes de Asís” (Cf. TC 38-39), dentro de “Ordo Poenitentium”, hasta la aprobación oral de su estilo de vida en 1210.