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CAPÍTULO 11º. LOS CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO EN LA 2CTAF El proyecto de vida en penitencia es la renuncia a uno mismo, para que Cristo sea la clave y el sentido de nuestra vida. Para Fran- cisco esta opción hace brotar en cada varón y mujer lo mejor de su humanidad y nos introduce en un proceso de maduración personal. Por eso, en nuestro caso, vivir en penitencia será la manera de abor- dar la vocación cristiana 468 . En la 2CtaF hay multitud de indicios con los que Francisco y cada uno de los fieles pueden interpretar la voluntad de Dios. El proceso de vida en penitencia, es una tarea que necesita ser evalua- da y contrastada con testigos de la fe, para poder reorientar la exis- tencia en cualquier momento. Francisco se presenta así como un tes- tigo del Dios Trinidad y de la vivencia penitencial, y a la vez como el animador y acompañante de aquellos y aquellas que se adhieran al Hijo encarnado 469 . Pero antes de entrar a comprender el lenguaje que Dios usa con cada uno y nuestra manera de proceder hemos de entender qué es discernir. 1. E L DISCERNIMIENTO CRISTIANO El discernimiento es la búsqueda y comprensión de la voluntad del Dios de Jesucristo, cuyo lenguaje resulta sólo comprensible, si se llega a tener cierta familiaridad con Él 470 . Si “discernir”, como tér- mino, significa distinguir o separar una cosa de otra, “discernir lo que Dios quiere” nos lleva primero a descubrir las fuentes de las que LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(II) 531 468 “Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima voca- ción y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea necesario salvarse” (GS10). 469 Por eso la Tradición ha comprendido el acompañamiento espiritual como el lugar de aprendizaje del camino personal hacia Dios dentro del ámbito comuni- tario. A. BARRUFO, El Discernimiento , O.c. , nota 171, 1078-1090. 470 J. CORELLA, Los Ejercicios espirituales, escuela de discernimiento cristiano para un mundo en cambio, en Miscelánea Comillas 56 (1998) 324-325.