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momento, triste o alegre, bueno o malo, el “buen samaritano” está dispuesto a devolvernos a la vida. La invitación de Jesús a ser samaritanos del prójimo lleva, a Francisco a comprenderse como un canal de la misericordia de Dios (2CtaF 25-26). El Amor que Dios le ha manifestado para devolverle a la vida, no es algo que se deba guardar y conservar, sino un rega- lo que debe ofrecer, con la misma gratuidad con la que lo ha reci- bido (“ágape”). De esta manera se pone en marcha la dinámica de la misericordia. La fe se nutre del encuentro esperanzado con el “samaritano” y convierte a cada uno de los fieles en instrumentos de su caridad: “Y serán hijos del Padre celestial, cuyas obras realizan” (v.49) 453 . 3. L OS PROTAGONISTAS DE LA ORACIÓN Una sola frase de Francisco, nos sirve para señalar, quienes son los que se relacionan en este trato de amistad : “me he propuesto comunicaros, a través de esta carta y de mensajeros, las palabras de nuestro Señor Jesucristo, que es el Verbo del Padre, y las palabras del Espíritu Santo, que son espíritu y vida” (v.3b). Francisco pretende poner en relación a cada uno de los fieles penitentes, con las per- sonas trinitarias a través de las “palabras” de Jesucristo. 3.1. El Padre El Padre es el origen y el fundamento de las acciones históricas de la Salvación: “Y la voluntad de su Padre fue que su bendito y glo- rioso Hijo, a quien nos dio para nosotros y que nació por nuestro bien, se ofreciese a sí mismo como sacrificio y hostia, por medio de su propia sangre, en el altar de la cruz” (v.11). El Padre de Jesucris- LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(II) 523 453 Por ello, el ser honrados en la vida y trabajársela en función del prójimo no quita tiempo a la oración : “Lo que aquí pretende el demonio no es poco, que es enfriar la Caridad y el amor de unas con otras... la perfección verdadera es el amor de Dios y del prójimo, y mientras con más perfección guardemos estos dos mandamientos, seremos más perfectos” (II Moradas, 17). TERESA DE JESÚS, O.c. , nota 219.