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quien sabemos nos ama ” (Santa Teresa, en el Libro de la Vida 8,5) . La 2CtaF nos introduce procesualmente en este diálogo: la iniciativa siempre parte de un Dios, que se acerca a nosotros misericordiosa- mente en su Hijo y nos capacita para establecer una relación nueva (2CtaF 4-13), y sólo después se da nuestra respuesta libre (2CtaF 15.18-47). En el encuentro de ambas acciones, se produce la revela- ción del Misterio de Dios por la inhabitación del Espíritu (2CtaF 48- 53) y la entrada, gratuita, a vivir la relación mística que hay entre el Hijo y el Padre (2CtaF 54-62). Este es el proceso de conocimiento de Dios que vivió Francis- co y que ofrece a todos sus fieles. Desde la oración nos introduce en la relación personal con la Trinidad sabiendo que no hay una regla fija que asegure el tiempo o el modo de producirse. Depende de nuestra forma de ser y de relacionarnos, y del lenguaje que Dios usa con cada uno. 1. E L MARCO ORACIONAL DE LA 2C TA F La carta, aparte de describir el proceso de crecimiento espiritual de los fieles, puede comprenderse como la experiencia oracional de Francisco. Formalmente esta epístola comienza y termina con una fórmula trinitaria: “En el nombre del Señor, Padre e Hijo y Espíritu Santo. Amén”, enmarcando el escrito dentro de la relación con Dios, y a la vez delimitando el motivo de la misma: vivir la propia exis- tencia en el nombre de la Trinidad. Este modo de comenzar no es único ni extraño en Francisco 446 , lo toma de la liturgia y del modo de rezar los salmos 447 . Sin embargo sí es la única de las cartas que comienza y termina con tal invocación: “Y a todos aquellos y aque- llas que las acojan benignamente, las entiendan y las envíen a otros 520 MANUEL ROMERO JIMÉNEZ 446 “En el nombre de la suma Trinidad y de la santa Unidad, Padre, e Hijo y Espíritu Santo. Amén” (CtaO,1). 447 “ Téngase en cuenta que este salmo se recita a diario de la misma forma desde la Ascensión al Adviento del Señor; es decir, Aplaudid, con los versículos seña- lados, diciendo el Gloria al Padre al fin del Salmo, o sea, al terminar las palabras que vendrán a establecer la justicia ”. Añadido al salmo 6 de la Completas del oficio de la Pasión del Señor (Ofp). J. A. GUERRA, O.c. , nota 21, 37.