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2.1. Los símbolos parentales en la biografía de Francisco La experiencia vivida por Francisco con su padre y su madre carnales, influye en su visión de Dios. Sabemos que el niño que se siente amado tanto por el padre como por la madre, evoluciona hacia una sana imagen de Dios. Aunque el símbolo materno sea el primero en el desarrollo afectivo y psíquico del niño y en la simbo- lización de lo religioso 443 , la conversión de Francisco parte de la imagen paterna de Dios de la época medieval. De ahí que el creci- miento de su imagen de Dios, se produzca a través del contraste entre los rasgos paternos y maternos: En el inicio de su experiencia de Dios, predominan las conduc- tas paternas: “ Cautivaba la admiración de todos y se esforzaba en ser el primero en pompas de vanagloria, en los juegos, en los caprichos, en palabras jocosas y vanas, en las canciones y en los vestidos sua- ves y cómodos; y aunque era muy rico, no estaba tocado de avaricia, sino que era pródigo; no era ávido de acumular dinero, sino mani- rroto” (1 Celano, 2 ). Sin embargo, una larga enfermedad le llevó “a pensar dentro de sí cosas distintas de las que acostumbraba” (1Celano, 3). Y comen- zó a buscar lugares para orar que le suscitaran la seguridad y acogi- da propias de la figura materna:“ Había cerca de la ciudad una gruta. Entraba en ella el varón de Dios y lleno de un nuevo y singu- lar espíritu, oraba en lo íntimo a su Padre. Tenía sumo interés en que nadie supiera lo que sucedía dentro, y, sólo con su Dios deliberaba” (1 Celano,6). Por eso se dolía “ de haber pecado tan gravemente y de haber ofendido los ojos de la divina Majestad” (1Celano, 7). Su padre, Pedro Bernardone, se asusta cuando su hijo comien- za a manifestar valores maternos: “ Su padre, rastrea por todas par- tes para conocer el paradero del hijo. Conocido que hubo el lugar y el género de vida que llevaba, doliéndose grandemente en su cora- zón, convoca a sus amigos y vecinos y corre veloz a donde mora el siervo de Dios” (1Celano, 10). “ El padre, sin entrañas de compasión, lo tuvo encerrado durante muchos días en un lugar tenebroso, pen- sando doblegar la voluntad de su hijo a su querer; primero, a base LA CARTA A TODOS LOS FIELES: EL FUNDAMENTO…(II) 517 443 Comienza en el primer instante de la vida y se experimenta como la segu- ridad más absoluta y la fuente del placer.

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