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constancia, se levantó al momento y, acogiéndolo entre sus brazos, lo cubrió con su propio manto. Y, animándolo y confortándolo, lo abrazó con entrañas de caridad” (1 Celano,15). Por todas estas razones la 2CtaF, aparece como un escrito abier- to, cuya visión de Dios acoge lo masculino y lo femenino. Por eso podría haber sido escrita tanto por Francisco, como por Clara de Asís: “ A todos los cristianos religiosos, clérigos y laicos, hombres y mujeres... Y sobre todos aquellos y aquellas que cumplan estas cosas y perseveren hasta el fin, se posará el Espíritu del Señor... Y a todos aquellos y aquellas que las acojan benignamente, las entiendan y las envíen” (v.1.48.88) . Una vez visto el cambio de la imagen social de Dios, que con- tiene la 2CtaF, pasamos a describir la configuración psicológica de esta imagen familiar en Francisco. 2. L A CONSTRUCCIÓN PSICOLÓGICA DE LA D IVINIDAD 441 La Revelación de Dios se sirve de todo lo creado para que el hombre le conozca, por ello este apartado busca desentrañar la con- figuración psicológica del Dios de Francisco. La psicología diferen- cial y evolutiva demuestran, que el ser varón o mujer, niño o adul- to, son variables determinantes en la configuración de la personalidad y de una determinada imagen de Dios. Así pues, esa imagen, se configura en nosotros según la figura parental más asumida; de ahí que se suela tener una imagen predo- minantemente paterna o materna de Dios 442 . La imagen que Francis- co expresa en la 2CtaF, viene a ser una síntesis de los símbolos paterno y materno que se descubren en su biografía. 516 MANUEL ROMERO JIMÉNEZ 441 La elaboración de este apartado se funda en los apuntes y dinámicas pro- puestos por el profesor J. A. García Monge en las asignaturas de “Psicología evolu- tiva” y “Psicología Espiritual”, en: UPCO, Madrid, cursos 1998/99 y 1999/2000. 442 Lo simbólico, desde la psicología evolutiva, es la construcción afectiva de la realidad. Aquí se simbolizan la figura paterna y materna. No se refieren, en exclu- siva, a padre y madre legítimos sino a la simbolización que el niño hace de los roles.