NG200603001

mente a aquellos que, incluso ante la muerte, no ponen su confian- za en Dios. Es la actitud contraria a la que tiene el fiel que ha sido introducido en la relación filial con Dios Padre (2CtaF 56b-59). Fran- cisco es coherente con la verdad teológica: Dios es la razón última del hombre, su fundamento y su destino. El santo lo ha descrito fun- dándose en la muerte del Hijo en manos del Padre porque es la única forma de que la vida y la muerte adquieran sentido. 4.1. Reflexión sobre la muerte El ejemplo nos lleva a cada uno a reflexionar sobre la muerte. La muerte forma parte de nuestra vida, aunque nos resistamos a pensar que un día dejaremos de estar en este mundo. Y es que todos tenemos ansias de infinitud, lo que ocurre es que cada uno piensa afrontar su muerte con las mismas armas con las que ha vivi- do la vida. El ejemplo del moribundo nos dibuja una situación de angustia de un varón que no ha asumido la muerte como un ingre- diente de su vida. Y aunque “... al mirarlos, los ve llorar, se siente movido por un mal impulso”, reacciona de la misma manera a como lo hacía cuando estaba en medio de sus días y dice: –Pongo en vues- tras manos mi alma, y mi cuerpo, y todas mis cosas” (v.74). No sólo no hace entrega de la vida que se le regaló sino que no se resigna a perder la herencia. 4.2. El juicio de Dios Esta negativa nos introduce en el tema del juicio en la 2CtaF. Tradicionalmente se habla de dos juicios tras la muerte, distintos y separados en el tiempo: uno particular que acontece en la muerte y cuyo sujeto es el alma separada, y el otro sucederá cuando el Señor venga por segunda vez 391 . En la carta aparecen los dos juicios en el momento de la muerte. Es un procedimiento literario que anticipa las consecuencias futuras de una decisión presente con el fin de conmover a los oyentes o lectores. a) Un juicio es terreno, expresado así: “Y lega a los parientes y amigos su herencia, y éstos se la llevarán, se la repartirán, y dirán 496 MANUEL ROMERO JIMÉNEZ 391 “ Vendrá a juzgar a vivos y muertos ” (Símbolo niceno).